Un gran vertido desde la depuradora de Bens directamente al litoral causó ayer alarma entre vecinos y paseantes habituales de la zona. Los responsables de las instalaciones explican que la empresa Dragados repara el emisario submarino, lo que obliga a las instalaciones a descargar en la costa. Aseguran, ante las denuncias de espuma y malos olores, que el agua sale depurada.

Uno de los vecinos que, habitualmente, camina por el paseo marítimo a la altura del ascensor del monte de San Pedro advirtió ayer un olor pestilente y, al continuar con su recorrido, vio que el mar estaba teñido de espuma blanca. Salía de la depuradora de Bens y el acceso a las playas estaba cortado con una cinta de obra y un cartel.

La depuradora estaba pendiente de arreglar los desperfectos que se detectaron tras su puesta en funcionamiento. Había sido recepcionada en junio de 2011 por el entonces alcalde Javier Losada y puesta en marcha con deficiencias como fugas en el emisario, según un estudio técnico que se hizo de las instalaciones y que no se conoció hasta 2013, cuando así lo exigieron los regidores de la comarca al integrarse en la sociedad que gestiona el complejo.

Los trabajos, señalan fuentes de la EDAR, se prolongarán durante un mes y se encarga de ellos Dragados, la empresa que ganó en 2003 el concurso para hacer la obra, que multiplicó su presupuesto y su tiempo de ejecución. Según la sociedad de la depuradora, es Dragados quien asume el coste de la reparación, por orden de la Confederación Hidrográfica Miño Sil, licitadora de la infraestructura.

Las mismas fuentes indican que, durante la reparación, la depuradora se ve obligada a verter a la costa a través de un aliviadero pero que el agua está "completamente depurada" y que es una actuación programada.