El Centro Municipal de Empleo, situado en Os Rosales, acoge desde la semana pasada un taller de carpintería a partir del reciclaje de palés organizado por el Comité Antisida de A Coruña (Casco), con el que se pretende ofrecer a diez personas una formación laboral que les permita conseguir su reintegración social a través del empleo. Los participantes son usuarios del piso de acogida y el punto de calor que gestiona la entidad, que no solo busca con ella la inserción profesional, sino también una aplicación práctica personal, "ya que mucha gente está en la calle o en viviendas abandonadas, por lo que así podrían fabricarse sus propios muebles", según explica Iván Casanova, uno de los responsables del taller junto con Noelia Riveira y Natalia Cobas.

En el taller, los participantes aprenden medidas de seguridad preventivas, el uso de herramientas y la elaboración de muebles como baldas para el punto de calor y taquillas para que quienes duermen en la calle puedan guardar sus objetos valiosos como la documentación, una demanda que Casco había planteado al Concello. Casanova destaca otros beneficios que la actividad proporciona a sus beneficiarios, como la adaptación a un horario fijo para asistir y a todas las rutinas de un curso, ya que algunas de estas personas han perdido estos hábitos al vivir en la calle.

El Comité Antisida había organizado antes otros talleres de barro, cuero y sobre prevención, pero no para el aprendizaje de un oficio. Se eligió la carpintería no solo por las posibilidades de empleo que ofrece, sino porque permitía que los participantes "pudieran hacer su espacio más habitable, con su mesa, armario o cama". La materia prima para construir estos muebles son palés usados, de los que Casanova explica que tienen muchas aplicaciones, por lo que su reciclaje está de moda. "La idea surgió al ver locales de hostelería en los que se usan maderas recicladas", comenta sobre esta iniciativa, al tiempo que destaca que lo bueno del palé es que es "una estructura estable con la que se pueden hacer toda clase de cosas".

"Tienen mucha ilusión desde el primer día, ya que el taller es dos días a la semana y uno ya preguntó si no había más", relata el coordinador sobre la respuesta de los participantes, a la que suma la colaboración del Concello y del Centro Municipal de Empleo, que les proporcionó material y les ofreció la posibilidad de cooperar en proyectos semejantes, por lo que Casco no descarta ampliar en el futuro su oferta de talleres.