Los pasajeros de un vuelo de la compañía Vueling desde Alvedro que el jueves por la noche preveían tomar tierra en Sevilla no aterrizaron en una terminal andaluza -no la sevillana, sino la de Málaga- hasta 19 horas después, ayer diez minutos antes de las cuatro de la tarde. Una avería en la aeronave que los iba a llevar a Sevilla motivó la cancelación del desplazamiento; ayer por la mañana fueron recolocados en un vuelo a Barcelona para conectar al mediodía con otro a Jerez y movilizarse después a la capital sevillana por carretera, pero el vuelo desde A Coruña salió con dos horas y media de retraso; los viajeros perdieron el enlace a Jerez y tuvieron que tomar otro a Málaga que despegaba a las 14.10. Hasta unas cuatro horas más tarde, tras subirse a taxis o autobuses, no llegaron a Sevilla.

La odisea malhumoró a los usuarios del vuelo original sobre todo por falta de información de la compañía. Afectados por el incidente cuentan a este periódico que nadie les explicó que el avión que a las 20.45 del jueves les iba a desplazar a Sevilla estaba averiado hasta dos horas y media después de la hora de salida prevista. "Motivos técnicos, avión estropeado", confirman fuentes de Vueling.

Unos viajeros renunciaron a volar, otros, con más prisas, cambiaron el avión por el tren para llegar a Madrid por la mañana y después moverse a Sevilla, pero la mayoría, unos 80, aseguran los afectados, se acogió a la solución que les aportó la empresa: alojarlos en un hotel y recolocarlos por la mañana en un vuelo a Barcelona para después tomar otro a Jerez y desde allí viajar a Sevilla, todo pagado por Vueling.

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La alternativa tampoco fue satisfactoria. El avión que debía embarcar al pasaje para Barcelona a las 8.30 tuvo que ser revisado en Madrid y llegó a Alvedro con retraso, por lo que nadie tomó asiento hasta casi las 11.00, cuando finalmente despegó. Esta demora estropeó el plan previsto porque a los viajeros no les dio tiempo a hacer transbordo en el aeropuerto de El Prat con rumbo a Jerez a las 12.10.

Nueva espera, por tanto, con dos soluciones posibles: la más inmediata, volar a Málaga a las 14.10 para después ser llevado en bus o taxi a Sevilla, dos horas más de trayecto; la otra, esperar a las 19.00 a que saliera un vuelo para Sevilla. Algunos viajeros perdieron los nervios, otros se lo tomaron con calma, pero reprocharon a la compañía aérea no haber sido informados con suficiente antelación para planificar mejor sus rutas.

Vueling transmitió a los pasajeros "disculpas por los inconvenientes causados", que reiteró que se debieron a "motivos técnicos" y ofreció a los afectados cambios gratuitos de vuelos en los próximos siete días.

Otro incidente en un vuelo de la misma firma con destino a Sevilla provocó a finales de marzo un retraso de trece horas. Viajeros que toman esta ruta a menudo afirman que las incidencias técnicas y las demoras se produjeron más veces.