"Vivimos en A Coruña pero como en una aldea". Lo dicen sin quejarse vecinos de As Xubias de Abaixo, de los que nacieron en el lugar -veinte residen aún, cuenta Rosa, una de ellas- o de los que se mudaron hace poco, como Javier, hace cinco años. El pan no llega a As Xubias, hay que ir a comprarlo a Os Castros si uno no quiere desplazarse más lejos. "Al menos tenemos una farmacia", la señala José Luis desde una mesa de piedra junto a la estructura desnuda de lo que iba a ser un geriátrico y que se mantiene en pie desde hace 60 años. Y coger el coche supone no tener asegurado donde aparcarlo después. "Por la mañana y al mediodía, imposible. Por el hospital de Oza, por las facultades, por el Materno".

Así es As Xubias, con encanto y con escasez. Hay poco más de 500 vecinos censados, residentes mayores y una tasca muy popular, A Toquera, con vistas a Santa Cristina. Solo dos vecinos, Luis y Bautista, pescan ahora por ocio en un núcleo de lejana actividad pesquera, aunque hay unas veinte pequeñas barcas en reposo junto a dos rampas frente a las casas, viejas unas, abandonadas o tapiadas otras, reformada alguna. No hay aceras y al llover se forman ríos de agua que humedecen mucho el lugar.

La zona sucede a la dársena y la playa de Oza y antecede a la línea agreste de costa junto al colegio Santa María del Mar hasta el poblado de A Pasaxe. ¿Cómo revitalizarla? Que el autobús llegue a As Xubias de Arriba o que se cree un paseo marítimo hasta el puente y prosiga unido al de O Burgo. Un carril bici, creen los vecinos, mejor.

Quiere una vía ciclista el Gobierno local, lo quiso también la Diputación en el mandato del PP, pero ese proyecto sigue en estudio. Del de ahora, que formaría parte de una senda metropolitana para bicicletas, se desconocen detalles. El que había planeado la entidad provincial partiría de As Xubias a través de una rampa a la altura de la pasarela que lleva al Hospital Universitario y continuaría por el borde de la ría hasta llegar a Culleredo.

A expensas de más datos, Pablo Pedregal, presidente de la asociación vecinal y topógrafo de profesión, propone un diseño singular: un falso túnel para peatones y bicis hasta A Pasaxe que discurra en voladizo sobre las vías del tren que sale de los muelles de San Diego.