Los pactos, la reforma laboral, la ley de educación, Alcoa, Reganosa, la pesca y el campo, la emigración, la creación de empleo, la sanidad y hasta el desahucio de Aurelia Rey entraron ayer en campaña. De estos temas hablaron los cabezas de lista por la provincia de A Coruña de PP, Miguel Lorenzo; de En Marea, Antón Gómez-Reino; del PSOE, Pilar Cancela; de Ciudadanos, José Canedo, y del BNG, Carlos Callón, en el debate electoral organizado por el programa El coruñés opina, de Radio Coruña. Una cita similar a la mantenida en diciembre, solo con un cambio, la del titular de Ciudadanos que, en las anteriores elecciones fue Antonio Rodríguez, y que fue relegado de su puesto por la dirección del partido al considerar que "no se había leído el programa" o que no había "sabido explicarlo".

A la pregunta de por qué se había llegado al punto de tener que convocar elecciones, la responsabilidad cayó siempre, del otro lado de la mesa. El candidato del PP, Miguel Lorenzo, acusó al PSOE de su "no es no", de haber cerrado la puerta a "una gran coalición". Defendió que "siempre" había gobernado la lista más votada y que había sido la formación que lidera Pedro Sánchez la que había roto con esa tendencia. Se escuchó, entre el público, alguna voz que le recordaba irónicamente "sí, ya, como en Miño", porque el alcalde, Ricardo Sánchez, fue investido con los votos del PP, que tenía seis concejales, a pesar de que solo le habían votado 234 personas y era el único representante electo de su ahora ya expartido, Compromiso por Galicia.

La candidata del PSOE, Pilar Cancela, se sacudió también las culpas, al decir que su formación había "tendido la mano a derecha e izquierda" para formar Gobierno, pero que había habido "algunos que no se habían querido sumar". Para Gómez-Reino, de En Marea, la responsabilidad cae en el PSOE, que decidió pactar con Ciudadanos en lugar de con las "fuerzas del cambio". Canedo reivindicó que su partido había "trabajado" para lograr configurar un Gobierno, incluso afeó al PP que no hubiese asistido a esas reuniones, un hecho que desmintió Lorenzo. La conclusión de Carlos Callón, del BNG, es que los diputados fueron al Congreso a repartirse "carguitos" y no en busca de soluciones para los vecinos.

¿Y qué pasará si se repiten los resultados, si la balanza sigue sin inclinarse? "No me gusta nada el pis del enfermo", dijo Lorenzo, en referencia a que entre las demás fuerzas era "imposible el pacto". Para Gómez-Reino "la pelota está en el tejado del PSOE" y, sobre la mesa, las propuestas de su formación que hablan de la subida del salario mínimo, de transición energética y de proteger a las pequeñas y medianas empresas.

Cancela dejó claro que, "ni por activa ni por pasiva" el PSOE va a apoyar un Gobierno del PP, pero tampoco pactará con "los que quieren romper con el modelo de Constitución existente", añadió a una respuesta que ya había dado pocos minutos antes: "Si se quiere cambio, puede ser". Canedo defendió que Ciudadanos "no subirá los sueldos" pero que tampoco "los va a bajar". Dijo que un pacto con el PP estaba "complicado" pero que tampoco se sentarían con los que "quieren romper el país".

Para Callón, recuperar la presencia del BNG en el Congreso, perdida el 20-D, es "clave" para que Galicia sea protagonista en esta legislatura y, de esta forma, poder tener "voz" en Madrid. Tanto En Marea como PSOE se defendieron de las críticas del nacionalista que les acusó de no haber trabajado por sacar adelante propuestas concretas para mejorar la vida de los gallegos y que la emigración no sea la "alternativa de futuro" que más presente tienen los niños de trece años. Gómez-Reino explicó que habían llevado el tema de A Maestranza, el de la prórroga a la maderera Ence o el de Alcoa, pero que el Gobierno en funciones no había puesto en práctica los acuerdos. Cancela recordó las mociones socialistas sobre "el cerco" y prometió una "defensa a ultranza" de los sectores productivos de Galicia.

Sobre Reganosa, Lorenzo dijo que "las sentencias hay que acatarlas" y que, "habrá que adaptar la planta a la legalidad", aunque se sumó a la "defensa de los puestos de trabajo" de sus compañeros, a los que instó a ponerse también del lado de los empresarios.

Los oyentes formularon también cuestiones, uno de ellos, el activista Nicanor Acosta, que le preguntó a Lorenzo si se sentía "premiado" al encabezar la lista de A Coruña después de haber estado en la Concejalía de Servicios Sociales cuando se ejecutó el desahucio de la octogenaria Aurelia Rey. Lorenzo dijo que "no" y aseguró que, tras ese lanzamiento no había vuelto a ver a Stop Desahucios manifestarse como entonces, como si hubiese desaparecido. Le recordó entonces el candidato de En Marea que hubo otros casos como el de Álvaro Corral, en el ofimático en los que la plataforma se implicó. La ley de educación también estuvo sobre la mesa y, ahí, casi todos estuvieron de acuerdo en configurar una norma que no sea susceptible de ser cambiada con el vuelco de las urnas.

Y todo esto, aliñado con referencias a la corrupción del PP, con acusaciones de Lorenzo a Callón de tener un "discurso rancio", con un " vostede de quen vén sendo?" del candidato de Ciudadanos al de En Marea, con la llamada de atención de Pilar Cancela a sus compañeros de mesa por "frivolizar" y hacer bromas en un espacio para la confrontación de propuestas y el reproche de Lorenzo a Podemos de hacer política de "Sálvame Deluxe". Más referencias al pasado y al "y tú más" que al futuro tras el 26 de junio.