El proyecto para la reforma del mercado de Santa Lucía lleva meses atascado. El Concello quiere que no se demore mucho más allá del verano y que se llegue a la precampaña para las autonómicas con un convenio firmado, que suponga un compromiso en firme que no pueda echar atrás el próximo Gobierno gallego, sea cual sea el resultado electoral. El alcalde, Xulio Ferreiro, y el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, acordaron reunirse antes de finalizar el mes para desbloquear la construcción del centro de salud, que compartirá espacio con el mercado e instalaciones municipales.

El proceso se ha encasquillado en la elaboración del anteproyecto, un marco técnico en el que, por ejemplo, se ha de definir qué espacios ocupará cada uno de los usos y otras líneas maestras de la reforma del inmueble de Gallego Jorreto. Desde el Ayuntamiento advierten de que las alternativas municipales, en concreto tres, están en la mesa de los técnicos autonómicos desde principios de año y en la Xunta, que no consignó ninguna partida este ejercicio para el plan, aseguran que están analizando dichas propuestas.

"Estamos en una fase donde tienen que resolverse cuestiones técnicas, no cuestiones políticas", recuerda el edil de Emprego e Economía Social, Alberto Lema, que relata que quedan pendientes decisiones como el volumen que ocupa cada uno de los usos, las estructuras, lo que hay que mantener el inmueble "con valor patrimonial" de Manuel Gallego, alturas... Por dos veces, denuncia, los técnicos del Gobierno gallego plantaron a los municipales para tratar estos asuntos.

Aún no hay fecha para la reunión, pero prevén que sea antes de finalizar el mes. El Concello quiere que se defina lo antes posible, teniendo en cuenta la llegada del verano y, posteriormente, de la campaña electoral. Para Lema, lo importante es "resolver la cuestión técnica, acordar el proyecto por ambas partes". Con el diseño pactado en la mano, se podrá firmar al fin el convenio en firme, puesto que el Gobierno anterior de Carlos Negreira dejó un protocolo inicial sin desarrollo.

"Lo que me consta es que nuestra parte está hecha. Si está sin resolver, no es por desacuerdo ni por una cuestión de conceptos, sino porque ni siquiera ha habido debate", reprocha. Lema recuerda además que es el propio Sergas el que tiene una necesidad de espacio para atender a los vecinos, dada la insuficiencia de las instalaciones sanitarias de la zona. Por parte del Concello, se pretende frenar el deterioro galopante del inmueble y el mercado y dotar de vida al barrio con espacios municipales.