Si se cumple la previsión de la Xunta, el próximo mes de octubre el edificio de la Fábrica de Tabacos volverá a la vida quince años después de su cierre, tras el cese de la actividad industrial que acogió durante casi dos siglos, aunque ahora como nueva sede de la Audiencia Provincial y otros organismos judiciales. La Administración autonómica mantiene octubre como fecha de conclusión de los trabajos porque las empresas Corsán-Corviam y Antalsis establecieron el pasado abril esa fecha, que supone un retraso de tres meses sobre la anterior.

La actividad que genere el edificio una vez que esté terminado transformará el entorno por la presencia de un gran número de funcionarios, abogados y público, que también atraerán vehículos, mientras que la recuperación de la fábrica, de gran valor histórico, también supondrá la regeneración urbanística del lugar.

Los trabajos se iniciaron en abril de 2014 con un presupuesto de 14,2 millones de euros y con la perspectiva de terminar en mayo de 2016, pero luego se pospuso a julio y finalmente habrá que esperar al menos hasta octubre, aunque fuentes de la Vicepresidencia de la Xunta aseguran que se vigilará de forma estricta el cumplimiento de ese plazo.

La de la Fábrica de Tabacos es la obra de rehabilitación de un edificio judicial más importante que lleva a cabo en este momento la Xunta, ya que en Vigo se realiza en el antiguo Hospital Xeral, que al ser de los años cuarenta no tiene esta dificultad, mientras que la nueva sede judicial de Pontevedra se instalará en un edificio de nueva construcción. Las instalaciones acogerán la Audiencia Provincial, la Fiscalía, el Juzgado de Menores, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y la Secretaría de Coordinación.

Pese a que en la actualidad el exterior del inmueble está cubierto de andamios y lonas que pueden llevar a pensar que las obras tienen aún un largo camino por delante, lo cierto es que en el interior están avanzadas. La razón de que una parte de las fachadas presenten aún un estado muy similar al que tenían cuando empezaron los trabajos es que ha sido necesario esperar al final de las lluvias para actuar sobre ellas, ya que el revestimiento que se aplica no se fija si hay humedad.

El proyecto diseñado por la Xunta establecía la obligación de conservar la estructura interior del edificio, así como algunos de sus elementos más característicos, como las fachadas y el reloj situado frente a la plaza de A Palloza, además de los restos de la antigua grada del astillero de los Correos Marítimos, institución que precedió a la Fábrica de Tabacos en este mismo lugar en el siglo XVIII, que fueron hallados en un patio.

Patios interiores

Precisamente los cuatro patios interiores son uno de los puntos en los que se ha esmerado la rehabilitación, ya que se ha actuado en las fachadas interiores y dos de ellos estarán semicubiertos. También se han conservado las escaleras cuyas paredes están cubiertas de azulejos de valor histórico. Algunos de estos elementos fueron dañados por los actos vandálicos causados en la fábrica durante los años que estuvo cerrada y fue necesaria una intensa labor de búsqueda para hallar otros de la misma calidad.

Tanto las galerías de paso a las zonas en las que se celebrarán las vistas como las que se dirigen a los calabozos se han diseñado para conservar esas escaleras y, a pesar de que las funciones de un edificio industrial son muy distintas a las de uno judicial, una rehabilitación de este tipo ha permitido redefinir la circulación de personas en el interior para el público, los funcionarios o los presos.

La fábrica se hallaba al mismo pie del borde marítimo en la época de su construcción, pero este factor no ha afectado a su estado, como pudo comprobarse en los sótanos y en la excavación realizada para la construcción de una rampa en la zona posterior, mediante la que accederán los vehículos con los presos.