Las diferencias entre el Concello y la constructora Dragados por la reforma paralizada de la cubierta y la estructura del estadio de Riazor preocupan de tal modo al Deportivo, principal usuario del recinto, que el presidente del club, Tino Fernández, apremió ayer a que el conflicto se resuelva para que se puedan abordar las obras necesarias previstas desde el año 2013.

"Estamos esperando la resolución de esta discrepancia y esperamos que se arregle cuanto antes porque estar parados es la peor decisión", señaló Fernández en un acto con la Federación de Peñas del Deportivo. El presidente urge por igual al Concello y a la empresa que ganó el concurso para realizar la reforma, aunque desconoce cuál es el mejor modo de solucionar el problema, que reside en la negativa de Dragados a afrontar los trabajos en dos de las gradas por el estado en que se encuentran sus estructuras.

"Volver a convocar el concurso, modificar el contrato, modificar el alcance, hacerlo de otra manera, hacer dos gradas nada más... hay que buscar una solución de algún modo", apuntó Fernández, quien añadió que la información más reciente que ha recibido por parte del Concello es que el caso "está a punto de poder arreglarse".

La empresa, apoyada en sus propios estudios y en una auditoría previa al inicio de la reforma, considera imposible llevar a cabo con el presupuesto pactado hace tres años la reforma de la cubierta en Preferencia y Tribuna debido al estado de las dos bancadas y a la complejidad para rehabilitar su estructura. El Concello se basa en otros informes, como el de la firma que planificó la rehabilitación y otro de los técnicos municipales, para defender el diseño y afrontar la obra con la inversión pactada, de 2,5 millones de euros, durante dos años.

Dragados maneja dos escenarios: aceptar la reforma siempre que disponga de más tiempo y más recursos humanos y materiales para realizarla o resolver el contrato, lo que supondría un retraso en la planificación de la obra. Si el Concello optase por imponer a la constructora el inicio de los trabajos, esta podría acudir al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales.

Tino Fernández lamentó que el club haya asumido obras en otras zonas y servicios del estadio, como los aseos, los asientos o los videomarcadores, y la cubierta, sobre la que no tiene competencia, no se haya reparado. "No está a la altura del estadio, el club ni la ciudad", dijo.