Hace un decenio ya estaba sobre la mesa de la Alcaldía del palacio municipal la peatonalización de la Marina. El entonces alcalde, Javier Losada, apostaba por "combinar" el tráfico rodado con el de a pie, aunque con "mayor presencia" del ciudadano. Concello y Autoridad Portuaria firmaban en julio de 2006 un convenio para la creación de una comisión mixta, formada por dos técnicos de cada institución, para redactar las bases del proyecto de reforma urbanística de la dársena de la Marina, el muelle de trasatlánticos, la avenida de la Marina y la de Alférez Provisional. "Tenemos que saber lo que queremos, pero la intención es que el proyecto perdure por muchas décadas", señalaba Losada.

Tanto el Ayuntamiento como la Autoridad Portuaria explicaban entonces que su intención era integrar los muelles en la ciudad, construir aparcamientos y pasos subterráneos y reordenar el tráfico en el entorno de la Marina. "Mi deseo es que exista una mayor presencia del peatón, pero es un lugar muy complejo, punto de final de transporte público y de conexión con Monte Alto y Orillamar", advertía el alcalde socialista, al tiempo que puntualizaba que, en caso de producirse una supresión de tráfico, ésta sería parcial, en el último tramo de la dársena, aunque manteniendo el transporte público.

El presidente del Puerto en 2006, Macario Fernández-Alonso, confiaba en que el proyecto incluyese la eliminación del cierre que separaba la avenida de Alférez Provisional de Palexco y el Centro de Ocio para construir un bulevar. Tanto Fernández-Alonso como Losada apostaban por la construcción de aparcamientos subterráneos en la dársena para contribuir a la financiación del proyecto. "Debemos aprovechar las plusvalías del subsuelo para evitar el gasto del desarrollo urbanístico al contribuyente", indicaba Losada.

Además de Concello y Puerto, técnicos y vecinos escogieron en 2007 el proyecto ganador de entre los que se presentaron al concurso convocado por la Administración local. El elegido fue el elaborado por José González-Cebrián Tello, que debería haberse ejecutado en 2009. El diseño ganador impedía la circulación en superficie a quien no fuese residente o fuese en transporte público, enterraba el resto del tráfico de Correos a la Solana y abría un amplio espacio peatonal frente a las galerías. El Gobierno local del PSOE, finalmente, no llevó a cabo el plan para reordenar la céntrica zona de la ciudad y cuando el PP llegó a la Alcaldía optó por convocar otro concurso para incluir sus propias propuestas, entre las que añadió los túneles y descartó construir un aparcamiento bajo las galerías. El proyecto que finalmente ejecutó el PP, diseñado por el arquitecto Luis Collarte, soterró el tráfico en la Marina y O Parrote. Hoy la avenida de la Marina es prácticamente peatonal, ya que solo pueden circular por ella los residentes que tengan garajes en la avenida de Montoto, autobuses, taxis y ambulancias.