Miriam Díaz-Aroca interpreta a Gabi, una de las protagonistas de la obra Lavar, marcar y enterrar, una comedia "de balas, calaveras y pelucas", tal y como la define su autor Juanma Pina. El teatro Colón se convertirá en la peluquería Corta Cabeza los días 4 y 5 de agosto a las 20.30 horas; el 6 de agosto a las 19.00 y 21.30 horas y el 7 de agosto a las 20.30 horas. Las entradas rondan los 20 y los 25 euros.

-¿Qué fue lo que la animó a participar en Lavar, marcar y enterrar?

-Fue un enamoramiento mutuo. Un amigo común, Borja Mira, me comentó que unos amigos suyos estaban buscando una actriz para este tipo de obra y, cuando me lo comentó, me gustó muchísimo ya solo al hablar sobre ella. Me pasaron el guión y me gustó la idea muchísimo, me pareció muy original, una literatura nueva para mí. No dudé ni un momento en embarcarme en esta comedia-thriller.

-La historia se desarrolla en una peluquería con vida propia.

-Gabi es una luchadora, una superviviente. Trabajó desde muy jovencita y tiene una peluquería que está tan unida a ella que ha cobrado vida, tiene alma propia y cuida mucho de Gabi, de tal forma que cualquier persona que entra y puede poner en peligro el establecimiento o la vida de Gabi, la propia peluquería se encarga de hacerla desaparecer. El sótano es donde van a para todas las personas non gratas.

-La obra trata de secuestrar al público desde el comienzo. ¿Cómo consiguen ese objetivo?

-Porque desde el primer momento la gente ya está dentro de la peluquería. Esto lo hacemos en Madrid en una sala a ras del suelo, pero da igual, el mismo efecto causa en un escenario. Desde el principio los espectadores se convierten en unos clientes más. Es una mezcla de cine y teatro, donde se vive el presente y el pasado a través de los flashback, que es algo muy atípico en obras teatrales.

-Su personaje fue interpretado antes por las actrices Victoria Mora y Olga Hueso. ¿Había tenido contacto con Gabi como espectadora o lo conoció una vez que leyó el guión?

-A mí me gusta mucho crear el personaje según voy leyéndolo, y así lo hice en esta obra. Sabía de mis antecesoras pero no tenía referencias para ver cómo habría que hacerlo. Hablé con el director, me dio unas pautas y yo, con mi imaginación y creatividad, y porque me apasionaba el personaje, le di forma a Gabi.

-Dio sus primeros pasos interpretativos en televisión. ¿Qué la llevó a dar el salto a los escenarios?

-La vida del actor y la actriz es así. Son mil puertas que se van abriendo y cerrando, es como una montaña rusa, vas cambiando entre cine, teatro y televisión dependiendo de la coyuntura.

-Además de seguir la gira con Lavar, marcar y enterrar, acaba de presentar un proyecto teatral propio denominado Elígete.

-Es una misión del alma para poder ayudar a los demás a través de mi trabajo. La violencia de género es una lacra que hay que erradicar ya, y he aportado mi granito de arena con lo que mejor sé hacer en mi trabajo, que es comunicar e interpretar. He creado una propuesta escénica donde mezclo la realidad, en una parte interpretada por mí sobre un texto de Juan Carlos Rubio, y la ficción, en testimonios reales de mujeres maltratadas con un apoyo musical y una parte importante de interacción con el público. Estoy muy contenta y espero llegar también a A Coruña con ella.

-En una ocasión confesó que le gusta escribir en casa, ¿hay algún libro a la vista?

-Formo parte de la editorial Amazing Books como consejera editorial, así que animo a los demás a escribirlos, pero el mío está también al caer.

-¿Podría avanzarnos algo de su temática?

-Estará basado en mí, mis opiniones, experiencias... Pero todavía no tengo volcado el contenido real; voy haciendo apuntes, reuniendo material y luego ya veré.