El estadio de Riazor es la instalación deportiva municipal por excelencia. Y la que más necesita una reparación. El deterioro de sus cubiertas, especialmente las de las gradas de Tribuna y Preferencia, entraña riesgos para los espectadores y en un año ha obligado al Concello a realizar cuatro intervenciones de urgencia. Fueron actuaciones ajenas al contrato para la reforma integral de estas estructuras castigadas por la corrosión, licitado y adjudicado en 2014 y firmado a comienzos de 2015 con Dragados, ya con tres partidas presupuestarias anuales, pero en la actualidad bloqueado por discrepancias sobre su ejecución entre el Ayuntamiento y la empresa.

Pero el estadio, del que hoy hace uso solo un club, el Deportivo a lo largo de toda la temporada de fútbol y gracias a una cesión gratuita del Concello desde 2000 por 25 años, no es el único recinto deportivo que precisa obras estructurales o trabajos de conservación, acciones de las que debe encargarse el club salvo las relativas a las cubiertas, que asume el Gobierno local. Entre las instalaciones municipales concebidas para la práctica de distintos deportes por parte de clubes y ciudadanos hay alrededor de una decena de inmuebles cerrados que necesitan arreglos y mejoras de distinto tipo, según apunta el concejal de Culturas, Deportes e Coñecementos, José Manuel Sande.

La web del Concello recoge 25 instalaciones deportivas municipales (campos de fútbol, polideportivos, piscinas o espacios para la celebración de competiciones), aunque la concejalía triplica la cifra al incluir salas o centros para disciplinas específicas en polideportivos y pistas o zonas no homologadas para torneos en calles y plazas, como puntos con una o dos canastas de baloncesto, o en las que se organizan juegos tradicionales como la chave y la petanca. El edil expande a estas otras instalaciones las obras de conservación que el Gobierno local tiene planificadas para este año y prevé realizar en 2017.

El responsable de Deportes señala que en 2016 su área ha asumido una importante inversión en la adaptación del Coliseum para la disputa de la Copa del Rey de baloncesto. Por el contrario, volvió a quedar atascada la reparación de los techos del estadio de Riazor por la falta de entendimiento con la adjudicataria. Otras actuaciones terminadas, desarrolladas en coordinación con el departamento de Rexeneración Urbana, son rehabilitaciones en esas zonas deportivas exteriores con menor trascendencia y visibilidad y en las que se puede jugar a cualquier hora y de forma gratuita, repasa Sande.

Ahora, añade el concejal, Deportes trabaja con un plan de casi una veintena de proyectos para poner en marcha en 2017, cuya ejecución dependerá de aspectos que van desde la viabilidad técnica a los contactos con la oposición por el próximo presupuesto. Algunas de estas futuras acciones afectarán al Palacio de los Deportes de Riazor, los campos de la ciudad deportiva de A Torre, el polideportivo de Sagrada Familia, el campo de fútbol de Eirís o la piscina y el frontón de Riazor, resume Sande.

¿Qué se va a hacer en estas instalaciones? Adelanta el concejal que climatizar áreas o piscinas, implantar sistemas de vigilancia, instalar iluminación, ampliar el área de rocódromo o renovar ascensores. Además se harán otros trabajos menores de mantenimiento en recintos de práctica oficial de deporte, que el Concello aún no detalla, y en canchas o espacios externos carentes de los servicios y elementos con que sí cuentan pabellones y polideportivos; estas actuaciones se prevén en zonas como Mazaído, Novo Mesoiro y Santa Margarita.

Con el próximo año en el horizonte, el Gobierno de Marea también mira hacia los dos campos de la nueva sede de la Federación Gallega de Fútbol en San Pedro de Visma y las pistas de atletismo del estadio universitario del campus de Elviña. En los terrenos de fútbol, el Concello, que hará uso de ellos y gestionará durante prácticamente todo el año, asumirá trabajos para finalizar su ejecución; en las pistas atléticas la Universidade da Coruña se encargará de cambiar el tartán y remodelar espacios y posteriormente tratará de conveniar con el Gobierno local la cesión de la instalación para que sea de titularidad municipal sin perder el uso universitario.

El polideportivo de O Castrillón es otro recinto al que el Concello apunta a corto plazo. Gestionará un espacio históricamente demandado por el barrio del que ahora solo están construidos los bloques de los que constará -la planta baja de uno de ellos la ocupará un supermercado-, pero que carece de equipamientos. Una encuesta con más de 1.300 sugerencias recoge los servicios que los vecinos solicitan y que estudiarán las áreas de Deportes y Rexeneración Urbana.

Esfuerzos en conservación

En los últimos años las instalaciones deportivas de la ciudad se han sometido a diversas reformas; en algunos casos han sido lavados de cara (limpieza o transformación de fachadas), en otros importantes actuaciones (cambio de cubiertas, renovación de pavimento), y también arreglos menores pero muy bien recibidos por los usuarios o el público que acude a competiciones (calefacción, instalación de asientos, servicios en vestuarios). Otros recintos y espacios externos en calles y plazas, esos en los que el Concello quiere fomentar la práctica del deporte en dignas condiciones y prevé hacer mejoras, aún requieren distintas intervenciones.

¿Es correcta la conservación de las instalaciones deportivas en general? Sande evita pronunciarse con juicios definidos y defiende continuar con las inversiones. "Dado el nivel de uso, se ha hecho un esfuerzo importante en mantenimiento, reforma y conservación. El conjunto de espacios es grande y es difícil conformarse. Hay que hacer nuevos esfuerzos para optimizar las instalaciones existentes".

Según datos municipales, en la última década el Concello ha invertido más de 15,5 millones de euros en obras superiores a 5.000 euros en pabellones, piscinas, campos y otros recintos deportivos, con elevados importes, de casi 3,5 millones en los ejercicios de 2009 y 2010. Entre 2007 y 2016 las instalaciones de la ciudad deportiva de Riazor (estadio, frontón, piscina, pabellón, polideportivas) han sido las que más trabajos atrajeron -o en las que los gobiernos locales más han gastado-, seguida por la ciudad deportiva de A Torre, Novo Mesoiro, Coliseum, A Grela, la Casa del Agua, Labañou, Barrio de las Flores, A Leyma, Ventorrillo, San Diego y A Zapateira.