Los complejos deportivos de Elviña, A Sardiñeira y Agra I son instalaciones públicas no municipales que dependen de la Xunta a través de Fundación Deporte Galego y gestiona la Unión Temporal de Empresas (UTE) que forman Gaia y Movex Vial. Los tres necesitan diferentes reformas, unas de cierta envergadura y otras menores, que serán emprendidas por el organismo autonómico en los últimos meses del año, según anuncia en víspera de las elecciones autonómicas.

Cambiar o reparar cubiertas y anclajes, reemplazar maquinaria antigua, revisar departamentos y sistemas de seguridad y sobre todo revestir estructuras como columnas y pilares serán las principales actuaciones, avanzan fuentes de Fundación Deporte Galego. Ya ha habido contactos con el Ayuntamiento, que conocerá la planificación completa de los trabajos cuando queden determinados en un informe detallado que la Xunta ha encargado a un arquitecto para señalar qué inversiones son necesarias en los tres complejos, y que estará finalizado en agosto.

El inicio de cualquier reparación estructural, mejora de servicios o reposición de elementos ha estado condicionado desde hace más de dos años por el conflicto que mantiene la gestora con la entidad autonómica. Hay cuatro causas judiciales abiertas, entre ellas por el importe acumulado del canon que la Xunta reclama a Gaia desde 2012, calculado en 2,5 millones de euros, y por el mantenimiento de las instalaciones. Las sentencias han sido recurridas, por lo que han paralizado toda actuación en las instalaciones, donde las quejas de los usuarios por distintas deficiencias empezaron a producirse hace ya seis años.

Las obras que deban realizarse en estos tres polideportivos de la ciudad las asumirá Fundación Deporte Galego cuando licite su ejecución, pese a estar esperando por la resolución del recurso que presentó después de que un fallo judicial de este año liberase a Gaia de encargarse de las reformas de los recintos. El órgano gallego financiará los trabajos, aunque si la Justicia le da finalmente la razón trasladaría la responsabilidad de las obras a la firma gestora, advierten desde el órgano.

Las actuaciones menores serán las primeras en ponerse en marcha, les seguirán las de más relevancia o complejidad. "Se tiene que garantizar que habrá estructuras nuevas, lo que ayudará también a que los complejos tengan una mejora estética", añaden las fuentes.

El polideportivo de A Sardiñeira tiene una piscina de natación y otra de actividades lúdicas, una sala de cicling, otra de fitness y un pabellón cubierto. Pero esta zona con cancha de fútbol sala y baloncesto se encuentra inutilizada desde hace tres años, según apunta el comité de empresa de los tres centros de la Xunta. La cubierta es lo prioritario, seguramente haya que reemplazarla por su grave deterioro. Deberán reforzarse estructuras y anclajes y revisarse las calderas.

En el complejo de Elviña hay dos piscinas, sala de fitness, seis pistas de pádel, un pabellón cubierto y dos campos de fútbol de hierba artificial. Es el más grande y el más antiguo y requiere la revisión de las cubiertas del pabellón, las piscinas y el edificio que reúne algunas federaciones deportivas de Galicia. En diciembre de 2013 una viga se descolgó de un travesaño del techo y cayó en la piscina; no hubo daños personales al ocurrir de madrugada.

Otras dos piscinas, espacio de fitness y un pabellón dan servicio en la instalación deportiva del Agra I. Al conveniente refuerzo de pilares y soportes le acompañará una renovación de maquinaria en el gimnasio y la piscina, como los sistemas de climatización. Ciudadanos de todas las edades pueden hacer uso de estas tres instalaciones en cursos y actividades.

La Xunta es además titular de los polideportivos de Monte Alto, Monte das Moas, Agra II y Elviña II, que están ligados a centros de enseñanza responsables de su gestión. Son instalaciones con pista deportiva, vestuarios y poco más, que suelen utilizar los colegios por las mañanas y equipos por las tardes y los fines de semana para entrenar y competir.