La llegada del Partido Popular al Gobierno local de A Coruña en 2011 frenó en seco la aplicación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible que había elaborado para la ciudad la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, dirigida por Salvador Rueda. Este trabajo tenía como eje la división del casco urbano en lo que se bautizó como "supermanzanas", secciones de 400 metros de longitud y anchura en cuyo interior se prohibiría circular a los vehículos de los no residentes y en las que además de los vecinos solo podrían entrar el transporte público y los servicios, mientras que el resto del tráfico pasaría por las calles periféricas.

Dentro de las supermanzanas la velocidad estaría limitada a 10 kilómetros por hora, ya que el objetivo es dar prioridad al peatón y generar espacios dedicados a toda clase de actividades sociales que recuperen la ciudad para las personas.

El PP desechó este proyecto para encargar el suyo propio, que no llegó a aplicar antes de las elecciones de 2015, en las que perdió la Alcaldía. Marea Atlántica mostró a su llegada al poder su preferencia por el plan de movilidad de Rueda, aunque hasta el momento no ha tomado ninguna decisión en relación con aquel proyecto, que ahora da un paso decisivo en otra de las ciudades donde la Agencia de Ecología Urbana desarrolla una iniciativa de este tipo.

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Barcelona iniciará el próximo 5 de septiembre una experiencia piloto en el barrio de Poblenou, donde se creará la primera supermanzana de la ciudad, que aprobó el año pasado su plan de movilidad, basado en este modelo de regulación del tráfico. "Podrá verse cómo se modifica el actual uso del espacio público ligado al tráfico y cómo se pueden incorporar nuevos usos ligados a los derechos de los ciudadanos, que no es solo el del desplazamiento", explica Salvador Rueda, quien destaca que esta actuación será puesta en práctica con la colaboración de cinco escuelas de arquitectura catalanas, así como con las empresas y vecinos del barrio.

El proyecto se extenderá posteriormente a otros distritos de la ciudad para continuar la fase experimental, aunque previamente se ha efectuado una reestructuración de toda la red de transporte público de la ciudad y de la de las vías destinadas al paso de bicicletas.

Barcelona se beneficia para la aplicación de esta iniciativa del trazado regular de gran parte de su casco urbano, aunque al redactar el plan de movilidad para A Coruña, Rueda se mostró convencido de que también podría llevarse a cabo en esta ciudad pese a su peculiar configuración.

"Tengo muy buena relación con el actual Gobierno local", manifiesta el director de la Agencia de Ecología Urbana sobre los responsables municipales coruñeses, aunque desconoce cuándo tienen en mente poner en marcha su propio diseño de la movilidad y si finalmente lo harán de acuerdo con el plan elaborado en 2011. Esta iniciativa en principio debería contar con el apoyo del grupo socialista, responsable del encargo a Rueda de aquel proyecto.