Un vecino de la ciudad de 81 años reconoció ante el juez haber agredido sexualmente a una joven de 19 años a la que le había alquilado un piso situado en la calle Socorro, en el Orzán. El procesado admitió que sobre las tres de la tarde del 7 de octubre de 2015 esperó a su inquilina en el portal del inmueble. Cuando llegó, entró con ella en el ascensor y, tras decirle que le "gustaba mucho" y que deberían quedar "a solas" sin que nadie se enterase, le pidió que le diera "un beso". El juez relata en la sentencia que, a continuación, se abalanzó sobre ella "sujetándola por los brazos", al tiempo que le tocaba. Al llegar al piso en el que estaba situada la vivienda que la joven le tenía alquilada junto a otros dos compañeros, logró zafarse del octogenario y entrar corriendo en la casa. La adolescente denunció los hechos ese mismo día.

El sospechoso depositó en el juzgado antes de la vista oral los 1.500 euros que la Fiscalía demandaba en su escrito de calificación que abonase como indemnización. Por ello, el magistrado del Juzgado de lo Penal número 2 tuvo en cuenta la atenuante de reparación del daño, lo que le supuso una rebaja de la condena solicitaba inicialmente. El abogado defensor del imputado, al que no le constan antecedentes penales, llegó a un acuerdo con la acusación antes del juicio, por lo que la vista oral no se llegó a celebrar y el magistrado dictó sentencia en la sala. Contra el fallo no cabe recurso porque fue dictado bajo la conformidad de todas las partes implicadas en el caso. El imputado fue condenado como autor de un delito de agresión sexual con la atenuante de reparación del daño. El juez le impuso seis meses de cárcel y la prohibición de aproximarse a una distancia inferior a 300 metros de la víctima y comunicarse con ella durante un año y medio.