El Ayuntamiento anunció en abril del año pasado que ejecutaría las primeras obras en el vertedero de Bens desde hace 15 años, pero aún no ha iniciado los trabajos. Las últimas labores se terminaron en junio de 2001, cuando se concluyó el sellado y clausura de las instalaciones de residuos sólidos urbanos para transformar el área en un parque de 600.000 metros cuadrados. El Gobierno municipal sacó a concurso el proyecto en abril de 2015 para el mantenimiento y mejora de la zona con un presupuesto de 1.160.482, y un plazo de seis meses para llevarlo a cabo. El plan, pendiente de ejecutar, prevé el acondicionamiento de la superficie del vertedero debido a los movimientos detectados en los últimos años en la masa de residuos. Los técnicos destacan que las instalaciones de Bens no se adecúan a la normativa aprobada en julio de 2009 por la Xunta para regular la construcción y gestión de los vertederos en Galicia, ya que fueron terminadas en 2002. Los especialistas que trabajaron en la zona elaboraron un inventario de los elementos partiendo de los datos obtenidos en los proyectos originales de sellado y acondicionamiento de los residuos.