En el mapa de los núcleos rurales del Concello hay varios que se solapan, como los que separan O Ventorrillo de Penamoa, están identificados A Silva, Cances y también San José. Para los residentes en esta zona, el mundo es diferente desde que se desmontó el que fue el gran supermercado de la droga del noroeste de España. Por las calles se pueden ver todavía casas con rejas en las ventanas, recuerdo de aquellos años en los que encontrar a un asaltante en la habitación en busca de algo que llevarse para poder pagar una dosis más no era tan raro y ahora, hasta los más pequeños pueden volver caminando a casa al salir del colegio. Dice Pilar, del ultramarinos Alimentación Pilar, que ella está "de maravilla" en esa frontera entre O Ventorrillo y los núcleos tradicionales, en esa zona en la que la ciudad baja las alturas de sus edificios y el centro está más cerca de la calle Barcelona que de María Pita, y donde el lugar de referencia es la ronda de Outeiro, porque vertebra toda su movilidad.