Sus casas no se acaban donde empiezan sus puertas porque, muchas veces, están abiertas durante el día y solo se cierran al caer la noche, cuando ya nadie espera que sus vecinos les necesiten. Son los núcleos tradicionales, los que mantienen todavía la esencia rural, aunque solo unos minutos a pie les separen del centro. Son los abuelos de la ciudad, los que ya estaban ahí cuando empezó el gran desarrollo urbanístico de Pescadería y siguieron estando cuando los edificios les empezaron a comer terreno, a convertir sus leiras en parcelas urbanizables. Para que no se queden del todo atrás, la Junta de Gobierno Local ha dado el visto bueno a la convocatoria de ayudas para ejecutar reformas en los elementos comunes de los edificios o viviendas unifamiliares de estos núcleos rurales que también forman parte del mapa de la ciudad. Son subvenciones que, entre otras obras, se destinan a convertir en habitables las viviendas de más de cincuenta años y a reformar locales comerciales que contribuyan al desarrollo económico de la zona.

El plazo de solicitud de estas ayudas se abrirá mañana y durará solo diez días hábiles. Los interesados en beneficiarse de ellas podrán pedir financiación para trabajos ya ejecutados durante este año, ya que, como el presupuesto de 2016 se aprobó en mayo, el Concello estima que se pueden abonar obras realizadas durante el primer semestre del ejercicio, siempre y cuando se ajusten a las condiciones de la convocatoria y los interesados puedan acreditar el estado anterior del inmueble.

Estas ayudas, que cuentan con un presupuesto de 350.000 euros, entraron en la previsión de gasto de 2016 a través de una enmienda presentada por el PSOE. Para la puesta en marcha de estas subvenciones, el Gobierno local realizó un listado con los núcleos tradicionales que se esconden en la ciudad, algunos de ellos muy pequeños, como As Xubias de Abaixo, y otros más grandes y urbanizados como San Pedro de Visma.

Los beneficiarios de esta subvención podrán incluir los honorarios de los profesionales relacionados con la ejecución de las obras, el coste de la redacción de proyectos, los informes técnicos y los certificados, así como los impuestos, las tasas y los tributos que se vean obligados a abonar por ejecutar estas reformas.

En los núcleos rurales conviven las viviendas unifamiliares, esas en las que residen todavía los recuerdos de la ciudad que fue A Coruña años y años atrás, con algunas torres de edificios construidos a toda prisa. Algunos de los vecinos se quejan de que, si tienen un problema, tienen que solucionarlo por su cuenta, sin recibir ayuda. "Los políticos aquí no vienen a nada", dice Rosa, desde la puerta de la casa de su madre en As Xubias de Abaixo. Algunos recuerdan como un antes y un después el día en el que llegó el saneamiento a sus casas o el agua corriente.