Los rugidos de la dimisión de Pedro Sánchez resuenan todavía. La secretaria general de la Agrupación Socialista Coruñesa, Mar Barcón, que formó parte del comité federal que forzó a Sánchez a despedirse del cargo en el que le habían colocado los militantes, votó en contra de su propuesta. De los once gallegos con capacidad de decisión en este órgano -asistieron diez, ya que Beatriz Sestayo no fue-, solo la presidenta de la gestora que dirige el partido en Galicia, Pilar Cancela, mantuvo su apoyo a Sánchez.

Muchos de los militantes de la comarca no se sienten representados con ese voto que desbloquea el "no es no" de Sánchez a Rajoy y abre la puerta a la abstención y a un futuro gobierno del PP. En la ciudad, antes de que se celebrase el comité federal, la agrupación mantuvo una reunión informativa en la que la mayoría de los participantes se posicionó del lado del entonces secretario general.

"Aquellos que ayudaron a encumbrar a Pedro Sánchez, algunos barones, creyeron que iba a ser el guardián de la huerta hasta que ellos quisieran presentarse", dijo ayer el secretario general de la Agrupación provincial, Julio Sacristán, que tildó de "lamentable" el "espectáculo que el partido había dado esta semana. Y, aunque respeta la decisión tomada, asegura que no la comparte y que "no representa a todos los sectores del partido".

En declaraciones al programa El coruñés opina, de Radio Coruña, Barcón explicó ayer que había votado en contra de la propuesta de Sánchez porque le "parecía que no resolvía el problema que tiene el PSOE", identificado como "de división territorial importantísimo y un enfrentamiento brutal". Aseguró también que el partido no podía convertirse en "presidencialista".

"Hemos elegido un secretario general, no a un rey", zanjó ayer Barcón la respuesta a la pregunta de si le había fallado a la militancia al no haber respetado la propuesta del secretario general y al saber que Sánchez tiene "un respaldo importante" en A Coruña.

"Los militantes no quieren que se les quite la voz, que se quite a un secretario general que han elegido ellos, pero no se trata de eso", dijo Barcón. "Cuando decidimos hacer primarias, decidimos elegir de manera directa a un secretario general. Eso es bueno, pero lo que no elegimos es que el secretario general fuese a tener razón siempre o que no estuviese sometido al control del comité federal", alegó ayer Barcón, que defiende que el partido debe "aprovechar el resultado para reconstruirse desde la unidad".

"Lo que no puede seguir sucediendo es que el que gana decide absolutamente todo y aparta de todo a las personas que pierden un proceso orgánico. Eso trae consecuencias", explicó.

En el grupo municipal hay opiniones encontradas sobre la negativa a la propuesta de Sánchez. "Es vergonzoso y vergonzante, en varias ocasiones se le pidió a Barcón que dijese claramente qué iba a votar. Ahora tendrá que explicar por qué se posicionó en contra del sentir de la militancia. Esperamos que convoque una asamblea en la agrupación, que lleva meses sin hacerlo, y que nos explique por qué no respetó a la militancia", dijo ayer la edil Yoya Neira que, además, considera que los afiliados tendrían que haber sabido de antemano cuál sería el posicionamiento de su secretaria general y no recibir la "ambigüedad" o el "silencio" por respuesta hasta ver "cómo se movían las fichas en el comité federal" para ver de qué lado caía el apoyo de la secretaria general coruñesa.

Neira espera que su partido someta a votación entre las bases -como hizo Pedro Sánchez con el pacto con Ciudadanos- su posicionamiento en el debate de investidura de Mariano Rajoy, si va a mantener su negativa o se va a abstener para favorecer un gobierno del PP. "Van a hacer falta dos generaciones para recuperar al PSOE de lo que pasó este sábado", asevera Neira. Una opinión similar mantiene el diputado electo del Parlamento gallego, Juan Manuel Díaz Villoslada, que considera que la dimisión de Sánchez obedece a un "golpe contra la democracia interna del partido" y, personalmente, se considera "decepcionado" por la decisión de su secretaria general.

Al igual que Neira, Villoslada demanda una asamblea y no descarta que tenga que "asumir responsabilidades" por lo que, si bien no quiere llamar "deslealtad", sí que tacha de "falta de coherencia", aunque, para ello propone que, primero, se "calmen las aguas". El concejal socialista de A Coruña, Fito Ferreiro, que fue coordinador federal con Sánchez, se posicionó del lado de Barcón. "Apoyo todo lo que haga mi secretaria general", sentenció Ferreiro, que se declaró "seguro" de que había buscado "lo mejor para el partido". Añadió que lo ocurrido el sábado le gustaría que "no hubiese sucedido". El portavoz municipal, José Manuel Dapena, eludió las preguntas de este diario alegando que ayer "no era día para hablar".

La candidata socialista a la Alcaldía de Sada, Raquel Bolaño, mostró también desencanto por el hecho de que "no se cumplieran los estatutos del partido" y por que no se respetase la decisión de un secretario general que fue elegido en primarias. Sobre responsabilidades o quejas, Bolaño indica que el propio partido tiene unos órganos en los que poder pedir explicaciones a los miembros de la ejecutiva federal.

El candidato del PSOE a la Alcaldía de Arteixo, Martín Seco, anunció que convocará una asamblea local urgente para recoger el sentir de la militancia e intentará "elevar a la comisión gestora" una propuesta para que "actúe en consecuencia" y animó a los militantes a que no rompiesen el carné.