Los colectivos vecinales de los barrios en los que está implantada la ORA respaldan la iniciativa de PSOE y BNG para que en las plazas de residentes puedan estacionar los trabajadores cuyos centros se encuentren en esa zona. Los dirigentes de estos colectivos destacan que esos espacios permanecen vacíos durante el horario laboral y recuerdan que algunos de ellos ya propusieron en el pasado esta medida al Concello.

El Gobierno local se muestra dispuesto a estudiar esta propuesta de socialistas y nacionalistas, formulada a través de las alegaciones a la nueva ordenanza de la ORA, aunque el concejal de Mobilidade, Daniel Díaz, se muestra reacio a "meter más vehículos privados dentro de la ciudad".

"Me parece perfecto, porque hay gente que tiene vehículo de empresa y no puede utilizar la zona de residente pese a vivir allí", afirma Luisa Varela, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos, quien señala además que quienes pretendan aparcar en plazas de residentes deben demostrar que trabajan en las proximidades y que "en pleno siglo XXI hay maneras de hacerlo".

Para Varela, una iniciativa de este tipo es un "beneficio para los trabajadores" y descarta que los ciudadanos vayan a usar más el coche por esta posibilidad, al tiempo que recuerda que hay empleados que se ven obligadas a llevar el coche al trabajo. Sobre el problema que podría suponer este cambio en la ORA para los vecinos que ahora usan las plazas de residentes, la presidenta de la federación propone que si son insuficientes, el Concello las aumente.

La asociación de vecinos de Cuatro Caminos ya planteó esta misma propuesta hace años cuando se efectuó la rehabilitación de las calles Fernández Latorre, Castiñeiras y Santa Lucía durante el Gobierno de BNG y PSOE, ya que planteó que quienes regentan negocios en la zona pudieran aparcar en las plazas verdes "porque pasan más tiempo allí que en su propia vivienda", según explica Juan Iglesias, el presidente del colectivo. "Siempre pedimos más plazas de residentes que de aparcamiento general para que no se ocupen todas, aunque durante el día las hay vacías", destaca Iglesias, quien recuerda que además en Cuatro Caminos hay muy pocos edificios que tengan garaje propio.

"Le habíamos propuesto al Ayuntamiento hace años que si hay plazas de residentes libres que se usen como si fueran de la ORA", comenta Aure López, presidenta de la asociación de vecinos Ensenada del Orzán, ya que las primeras en las horas puntas "están a tope mientras que las otras no se pueden usar". "Nos parece que es sacarle más provecho a esas plazas", añade López, para quien esta modificación de la ordenanza "no atraerá más coches", aunque si los residentes se quejaran de la escasez de plazas para ellos "habría que encontrar la forma de que tengan forma de aparcar".

Quien se muestra escéptico sobre la efectividad de la iniciativa es Demetrio Vázquez, secretario comarcal de Comisiones Obreras, quien reconoce que en el seno del sindicato no se ha abordado este problema porque los trabajadores no lo han planteado. A nivel personal, Vázquez considera que "tal y como está del aparcamiento, cualquier opción que se dé para coger un poco más va a parecer fenomenal". El dirigente sindical piensa además que un cambio en este sentido "no va a resolver nada, sino acabar poco a poco con el sistema", por lo que a su juicio no será positivo.

Tras la presentación de las alegaciones a la nueva ordenanza de la ORA, el Gobierno local señala que estudiará todas ellas, ya que asegura que existe "voluntad de diálogo" y avanza que está prevista una reunión con concejales del PSOE para conversar sobre este asunto. Daniel Díaz, responsable del departamento de Mobilidade Sostible, asegura que está dispuesto a "tener en cuenta" las propuestas de la oposición, como la que propone que las personas con discapacidad no tengan que pagar las tarifas de la ORA, a pesar de que ya disponen de plazas específicas para ellas.

También cree posible Díaz "replantear el aprovechamiento" de las plazas de residentes que están desocupadas durante el horario laboral, aunque advierte de que no deben plantear medidas que favorezcan la presencia de más vehículos en el casco urbano. "Sabemos que son conceptos que tardan tiempo en ser adaptados por la ciudadanía", admite el concejal, quien sin embargo destaca que este sistema es el que se emplea en las grandes ciudades europeas.

Para Díaz, la alternativa pasa por el fomento del transporte público en lugar del uso del vehículo privado, ya que no solo reduce la densidad del tráfico, sino también la contaminación. El titular de Mobilidade destaca además que desde que se implantaron las nuevas máquinas de la ORA "creció en casi un 2% el uso del autobús" en la ciudad. "Puede parece un porcentaje pequeño", reconoce, pero explica que este incremento supone una tendencia contraria a la que se aprecia en el resto de Galicia como de España, donde el uso del transporte público se reduce en los últimos tiempos.