El plan para erradicar el chabolismo puesto en marcha por el Gobierno de Marea, desarrollado con discreción por el Concello desde que lo empezó a elaborar junto a Arquitectura Sin Fronteras a finales del año pasado, da un paso adelante con la suscripción entre ambas partes de un convenio específico para facilitar el proceso de transición a un hábitat digno de los habitantes de los asentamientos precarios de As Rañas y A Pasaxe. El acuerdo, firmado el mes pasado, compromete a la entidad a cumplir unas obligaciones que tienen como finalidad hacer efectivo el cambio de residencia de los chabolistas y favorecer su inclusión en otro entorno de habitabilidad.

El Ayuntamiento, en virtud de este convenio, subvencionará con 50.000 euros durante un año a Arquitectura Sin Fronteras para llevar a cabo medidas que sirvan de apoyo al proceso de cambio de residencia y a la gestión e intermediación de trámites hasta que las familias que viven en los asentamientos logren acceder a un hábitat digno.

Los deberes de la entidad se resumen en diseñar actuaciones concretas para cada familia; mediar entre unidades de convivencia e instituciones u organismos implicadas en el proceso; elaborar censos de población en cada asentamiento acompañados de diagnósticos individualizados; diseñar y hacer un seguimiento del proceso de inclusión residencial de los habitantes en los poblados chabolistas; e iniciar procesos para buscar alternativas habitacionales ajustadas a las necesidades espaciales que tenga cada unidad familiar.

El objeto del convenio entre el Concello y Arquitectura Sin Fronteras subraya la "necesidad" de llevar a cabo este proceso de transición habitacional mediante diversas labores de análisis y diagnóstico con la redacción de un plan que recoja los censos de población afectada y sus características y de itinerarios para hacer un seguimiento de cada actuación. Estos pasos deberían contribuir a que las familias que salgan de las infraviviendas de A Pasaxe y As Rañas obtengan un adecuado asesoramiento para acceder a una nueva residencia e integrarse con éxito en un entorno distinto.

Las obligaciones que tendrá que cumplir el colectivo subvencionado fueron propuestas por la propia entidad social en el marco de su colaboración con el Gobierno local iniciada con el diseño del plan municipal de erradicación del chabolismo, según apuntan fuentes de Arquitectura Sin Fronteras, por lo que la vinculación del convenio con el propio proyecto para acabar con los asentamientos precarios es muy estrecha. Cada parte desarrollará sus funciones dentro del mismo plan de manera simultánea.

El Concello está siendo muy reservado a la hora de ofrecer información sobre su proyecto para encontrar viviendas alternativas a las personas que habitan en los poblados de A Pasaxe, As Rañas y O Portiño. Dos áreas municipales intervienen con el mismo fin, las de Rexeneración Urbana y Xustiza Social, que juntan esfuerzos para tratar de ofrecer soluciones individuales a las familias que participan en el programa de erradicación del chabolismo.

Un programa prudente

El edil de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, admitió recientemente que el trabajo que está realizando el Concello debe ser prudente y discreto, dadas las dificultades con que se encuentran muchos de los residentes en estos asentamientos para abandonar entornos en los que llevan mucho tiempo viviendo y para acceder a una nueva residencia en mejores condiciones.

Unas 500 personas habitan entre los tres asentamientos de O Portiño, As Rañas y A Pasaxe. En los dos primeros hay construcciones precarias, unas 100 aproximadamente en total, y 400 residentes, parte de ellos menores de edad. En el de A Pasaxe, situado a orillas de la ría coruñesa y junto a las ruinas de la antigua fábrica de Jabones La Toja, no hay casas sino barracones y chabolas, tierra y barro, con chatarra y desperdicios por todas partes; también allí residen menores en familias que han entrado y salido del poblado en más de una ocasión y desean abandonarlo sin necesidad de volver.