El equipo rectoral de la Universidade da Coruña (UDC) estima que la entrada en vigor del plan de racionalización de las estructuras académicas que ha elaborado en los últimos meses supondrá un ahorro de 557.000 euros anuales. La propuesta aboga por pasar de 46 a 26 departamentos y por suprimir 13 vicedecanos y subdirectores sobre los 65 que actualmente existen en los campus de A Coruña y Ferrol.

De acuerdo con sus cálculos, el plan reduciría 157.000 euros en gastos directos, al tener una estructura más simplificada y con menos cargos intermedios, y 400.000 euros de gastos indirectos, ya que el personal que deje de ser director de departamento o vicedecano podrá incrementar el número de horas de docencia, "equilibrando mejor la carga docente". Pese a ello, el gobierno universitario descarta ningún tipo de recorte en personal.

La propuesta pasó ayer el filtro del Claustro con escasas críticas -solo intervinieron ocho claustrales, parte de ellos para loar el trabajo realizado- aunque no se pudo cuantificar el sentir mayoritario ya que no hubo votación. Este trámite es competencia del Consello de Goberno de la UDC que, previsiblemente, se convocará a finales de mes y en el que se espera que se otorgue un respaldo mayoritario a la propuesta.

Si se confirma la aprobación de este plan, se pondrá fin a un proceso de 16 meses de trabajo para consensuar una propuesta que, cuando se presentó inicialmente en junio de 2015, causó un gran revuelo entre alumnos y buena parte de las direcciones de centros, que entendían que se había hecho sin el consenso de escuelas y facultades. A raíz de aquella oposición, el Consello de Goberno convocó una comisión formada por diferentes colectivos de la comunidad universitaria con el objetivo de diseñar un hoja de ruta alternativa. En julio se presentaron unos criterios básicos y se abrió un periodo de alegaciones.

Las protestas de los directores de departamento por su exclusión de la comisión llevaron a que fuera aceptada una representación suya en este órgano, aunque en los debates tan solo tuvieron voz y no voto. Con relación al plan que había sido presentado en julio, en el documento que se llevó ayer al Claustro se decidió que un centro no pueda reducir en más de la mitad el número de sus departamentos, criterio que hizo que aumentase en dos la cifra final que se había aprobado al principio para situarse finalmente en 26.

Sobre la estructura de los centros se plantea dar un vicedecanato o subdirección más por cada 400 alumnos. Si el centro imparte entre 5 y 8 titulaciones, tendrá un directivo más, y a partir ahí uno más cada tres títulos, aunque en ningún caso se aumentarán los equipos directivos actuales. Los departamentos tendrán al menos 35 profesores permanentes a tiempo completo o 30 si entre todos estos docentes alcanzan los 50 sexenios cumplidos de actividad profesional.

En el turno de palabra del Claustro, algunos de los apuntes críticos con el proyecto vinieron de boca de la profesora de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura Inés Pernas, quien propuso para este centro un único departamento en lugar de los tres que con este plan le corresponderían, o Vicente Casás, de la Escuela Politécnica Superior, que reclamó la apertura de un nuevo periodo de alegaciones. En representación del Personal de Administración y Servicios (PAS), Xosé Portela anunció su abstención en el Consello de Goberno ya que esperaba "más racionalización y espíritu universitario" mientras que otras voces echaron en falta una mayor elaboración técnica para que este plan no se acabe convirtiendo en "una torre en el aire".

La comisión eludió proponer la reducción forzosa del número de centros de la Universidad, asunto que causó una intensa polémica el año pasado. La fusión de facultades y escuelas solo podrá hacerse si los centros así lo deciden de forma voluntaria. "El proceso de fusión de centros es imparable y tarde o temprano llegará", opinó ayer el rector, Julio Abalde, si bien se mostró partidario de que ninguna unificación se lleve a cabo si no se logran mantener "físicamente unidos" los centros.

Los dos frentes sobre los que actualmente se está trabajando son la fusión de la facultad de Ciencias da Saúde y Fisioterapia, en Oza; y de la Escuela Politécnica Superior y la Escuela Universitaria Politécnica, en el campus Ferrol. "Espero que seamos capaces de crear consensos en los centros y lograr una unión", indicó el rector. El Rectorado también dará libertad a cada centro a la hora de vincular las áreas académicas a su respectivo departamento.