"Hay quien me dice que me jubile, pero otros que no porque no quieren que cierre", comenta Dolores Agra sobre la actitud que muestran los clientes de su establecimiento ante su decisión de permanecer al frente del mismo a pesar de haber sobrepasado con creces la edad de jubilación. Y es que, a pesar de que cuenta con 61 años cotizados, sigue dirigiendo Lencería Marta, situada al inicio de la avenida de A Pasaxe, lo que hizo que el Gobierno le concediera el pasado 29 de septiembre la medalla al Mérito en el Trabajo, en un acto celebrado en Madrid.

"Empecé a trabajar en una mercería del centro a los 14 años con botones, agujas, dedales y encajes", explica Dolores Agra sobre sus inicios laborales. El establecimiento evolucionó desde la mercería hacia la lencería y en 1980 ella apostó por abrir su propia tienda en Os Castros, barrio al que también se trasladó a vivir.

"Decidí seguir trabajando, aunque mis planes no eran esos, pero a veces cambian", señala sobre su larga vida laboral, de la que asegura: "Me fue bien y estoy contenta". Con tanto tiempo detrás del mostrador, Dolores afirma con orgullo que tiene "muchísimos clientes de hace muchos años que son más amigos que clientes al cabo de tantos años", lo que contribuyó a que le llovieran las felicitaciones cuando se conoció la distinción que le concedió el Ministerio de Trabajo.

"Ahora mismo vino una clienta a felicitarme", resalta durante la conversación, al tiempo que pone de relieve que es conocida "en toda la ciudad" porque antes vivía y trabajaba en el centro y ahora en Os Castros, lo que hace que algunos de quienes fueron sus clientes en su anterior establecimiento se desplacen ahora hasta el actual para mantener la relación comercial. "Me arroparon mucho y yo estaba muy contenta", comenta sobre la actitud de las autoridades que asistieron al acto en el que le concedieron la medalla junto a otras seis personas, en el que se dieron cita la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la ministra de Trabajo, Fátima Báñez; y la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril.

"Todavía no tengo nada planificado", afirma sobre cuándo tiene pensado abandonar la vida activa, momento en el que su hijo, Ricardo, tomará las riendas de la tienda.