Entre amigos y con sus famosas tortillas de bacalao se despidió uno de los clásicos de la calle Arenal. O Tizón echó ayer la llave con 33 años de intensa actividad y muchas barrigas llenas y felices en su haber. Al frente en estas tres décadas, José Sánchez Vales y María Isabel Sánchez. Él natural de Oza dos Ríos, ella de Santiago. Se mudaron al corazón Monte Alto en 1983. Llegaron de San Sebastián, donde regentaban otro negocio. En la maleta se trajeron la receta de la tortilla de bacalao, referencia para sus fieles, al igual que otros manjares como la lengua, el pudin de verduras y el cocido. Después de años de intenso trabajo tras la barra y en los fogones, y también como sede de una peña deportivista con solera, les ha llegado el momento de jubilarse y cuidar de la nietiña de ocho años. "Me siento muy orgulloso, sobre todo de mi clientela, muy fiel y que nunca dio un problema", agradecía en la tarde de ayer José Sánchez, horas antes de que sus amigos montasen una fiesta en la que no faltaron el vino, las guitarras y la emoción.