Ya hubo épocas en las que el PP no gobernaba en ninguna de las tres mayores ciudades de la provincia coruñesa, pero eso no animó nunca a sus portavoces en esos ayuntamientos a reunirse para coordinar sus críticas por la situación en la que se hallaban sus respectivos municipios. La coincidencia ahora en A Coruña, Santiago y Ferrol de gobiernos locales integrados por las mareas ha impulsado a los conservadores a proclamar su "preocupación" por la gestión que llevan a cabo mediante un balance común catastrófico hacia los tres Ejecutivos que los desalojaron de sus respectivos concellos en 2015.

A lo largo de las intervenciones de la coruñesa Rosa Gallego, la ferrolana Martina Aneiros y el compostelano Agustín Hernández se sucedieron expresiones como "desgobierno", "lamentable situación", "fraude", "parálisis", "políticas erróneas", de las que acusaron a los alcaldes Xulio Ferreiro, Martiño Noriega y Jorge Suárez.

Gallego utilizó los datos de desempleo para culpar al Gobierno municipal coruñés del aumento del paro en la ciudad y de que la ciudad "no pinte nada ni en Galicia, ni en España ni en Europa". La portavoz del PP acusó además al alcalde de querer recuperar los coches oficiales y de aumentar el número de asesores, así como de incumplir sus promesas electorales al no municipalizar servicios y reducir la partida de este año de la renta social. También le reprochó el "bloqueo" a iniciativas como la estación intermodal o la reforma de Alfonso Molina, cuya actualización acaba de encargar Fomento, así como al Programa de Vivendas Baleiras de la Xunta.

También recurrió la ferrolana Martina Aneiros al paro, para quien su ciudad se encuentra en el "vagón de cola" de la economía y lleva "más de 500 días de parálisis en temas transcendentes". La misma terminología fue empleada por Agustín Hernández, quien dijo que el Concello santiagués está "paralizado" a causa de "políticas erróneas" que a su juicio son comunes en las tres ciudades.