El pasado 3 de octubre, el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, marcó los deberes a la dirección coruñesa de su partido: trabajar "desde ya" para recuperar en 2019 las tres ciudades que en las últimas municipales cayeron en manos de los gobiernos de las Mareas. El primero en predicar con el ejemplo ha sido él mismo, que "desde ya" y a una semana de ser investido presidente, ha retomado las críticas al Gobierno municipal.

Con el alivio de haber logrado reeditar la mayoría absoluta en un momento en que parecía que habían desaparecido, el mandatario gallego aprovechó el Consello de la Xunta de ayer para criticar la "inestabilidad" que viven seis de las siete ciudades de Galicia, poniendo a A Coruña, Santiago y Ferrol en la cima de su ranking. "Hay una parálisis muy acuciante [en estas tres ciudades]. Es muy difícil porque no hay quien acuerde ni apruebe los grandes temas", señaló a preguntas de un periodista.

Feijóo se refirió al caso concreto de A Coruña y al pleno de este miércoles, en el que el Gobierno local no pudo aprobar las ordenanzas fiscales de 2017 -impuestos y tasas municipales- al no contar con la mayoría del Consistorio, y adardeó al alcalde, Xulio Ferreiro, por no haber accedido a bajar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), tal y como reclamaban PP y PSOE. "¿Quién me iba a decir a mí que los gobiernos de las mareas de Podemos iban a proteger el incremento del IBI que Montoro facilitó a las alcaldías no ano 2011? Este año ya podía bajarse", ironizó Feijóo, que achacó los problemas de "inestabilidad" al hecho de que el PSOE haya investido alcaldes y ahora rechace aprobar sus proyectos en los plenos.

Lejos de quedarse ahí, el presidente de los populares gallegos también denunció los "problemas" que tiene la Xunta para "realizar obras" en estos municipios. Concretamente, se refirió a las desavenencias que enfrentan a ayuntamientos como el de A Coruña con la administración gallega en lo que a la construcción de estaciones intermodales se refiere. "Estamos teniendo problemas para ejecutar obras financiadas al 100% por la Xunta. Debemos tomar nota de esto porque nuestro objetivo es tener intermodales esta legislatura y no tenemos ni suelo, ni viales, ni planeamiento", denunció.

En el caso coruñés, la Xunta se ocuparía de construir la terminal de autobuses que estará integrada en la futura intermodal de San Cristóbal. El enfrentamiento nace a raíz de que el Concello considera que el Gobierno gallego no está abonando lo suficiente y que "por solidaridad" debe incrementar los fondos. La Xunta calcula que la ejecución del edificio tendrá un coste de entre 17 y 18 millones de euros. De acuerdo con los planes actuales, de esta cantidad, el Gobierno gallego aportará 10 millones; y el Ayuntamiento, los otros siete u ocho, destinados a urbanizar la plaza y hacer los aparcamientos. A esta cifra habría que sumar el coste de los accesos, que corresponde ejecutar al Ayuntamiento. Por último, a Adif le corresponde redactar los proyectos de las obras de la estación ferroviaria, ejecutarlas y financiarlas, así como ceder los terrenos necesarios para que se ejecute la nueva estación.

El portavoz en el Parlamento gallego de En Marea, Luís Villares, salió al paso de las críticas a los gobiernos de A Coruña, Ferrol y Santiago destacando su "espíritu constructivo y de trabajo", por el que llamó a los ciudadanos a "interesarse". "Es normal que desde el PP hagan manifestaciones en este sentido porque su posición es antagónica a la de En Marea", afirmó.

La pérdida de estas tres ciudades fue uno de los mayores golpes políticos que sufrió el PP de Feijóo desde su llegada la Xunta. La ola de las Mareas se llevó por delante los tres grandes feudos provinciales en los que gobernó con mayoría absoluta y, en A Coruña, al presidente provincial de su partido, Carlos Negreira, que tras la derrota de 2015 decidió abandonar el mundo de la política.

Aunque como portavoz municipal del PP ejerce la edil Rosa Gallego, se desconoce por el momento quien será la apuesta final para competir por la Alcaldía contra Ferreiro en mayo de 2019.