El fomento de la igualdad y el combate contra la violencia de género mediante la prevención, la sensibilización y la intervención son las dos líneas en las que trabaja la Diputación de A Coruña para difundir sus programas y actividades contra el maltrato. Su enfoque es educativo, por eso los técnicos de la institución, encabezados por Eva Ovenza, visitan colegios e institutos de la provincia para profundizar en los entornos que generan la violencia y proponer iniciativas didácticas con alumnos, profesores y, desde este año, con familias.

Charlas sobre el uso de las nuevas tecnologías, concursos de viñetas, fotografía o relatos, creaciones de murales o cortometrajes y proyecciones de vídeos forman parte de esa entrega educativa por la igualdad y el respeto en la convivencia entre hombres y mujeres que promueve "con firmeza" la Diputación Provincial en los últimos años. Con motivo del 8 de marzo y el 25 de noviembre, días internacionales de la Mujer y de la Lucha contra la Violencia de Género, respectivamente, sus proyectos tienen más alcance.

"Todo lo que hacemos en las escuelas es trabajo de base que necesita fuerzas e inercias porque, lamentablemente, después no se refleja todo lo que quisiéramos en el ámbito social y familiar. Importa la educación en el centro, pero la familia es el modelo educativo principal", advierte Eva Ovenza.

Tras siete años de trabajo como técnica de Igualdad y Políticas Públicas de la Diputación, Ovenza incide en que "educar en valores que construyan unidades igualitarias y en inteligencia emocional" es un pilar crucial en el que se deben asentar las voluntades transversales para poner fin al aumento de las violencias de género.

Un ejemplo: en sus visitas a escuelas la Diputación mostró a población adolescente vídeos sobre la práctica del deporte femenino en la provincia en los que los chicos y chicas advirtieron por primera vez las diferencias con respecto a las modalidades masculinas y y la discriminación a la que las mujeres se veían expuestas respecto a ingresos, instalaciones o fomento de su deporte.

Redes y televisión

Controlar el uso del teléfono móvil, no permitir a las parejas hablar con otras personas o indicarles cómo deben vestir son "violencias de baja intensidad" entre adolescentes y jóvenes que, a juicio de Ovenza, derivan en actitudes más agresivas que a la larga abren la brecha entre géneros. Una fractura que se extiende a las redes sociales "mal usadas" y a los tratamientos "morbosos" y "diferenciadores" con los que la televisión -en series de ficción y películas, tratamiento de sucesos o incluso información deportiva- mantiene vivas las tradicionales diferencias por sexo.