El mes que viene se cumplirán 29 años del naufragio del buque panameño Casón en Fisterra y 24 del hundimiento del Mar Egeo a los pies de la Torre de Hércules de A Coruña. El Ministerio de Defensa ha esperado todo este tiempo para sacar a subasta la extracción de los restos de estas dos embarcaciones, que suman toneladas de metal, fundamentalmente hierro.

El ministerio ha inspeccionado el fondo marino para ver y fotografiar los restos que aún quedan de los dos buques y admitirá ofertas de empresas para extraerlos hasta el próximo 11 de enero de 2017. El Estado se quedará con el 20% del precio que consiga el empresario de la venta de la chatarra y éste obtendrá el 80% restante.

Los restos del Aegean Sea, el Mar Egeo, el petrolero con bandera griega que naufragó en la madrugada del 3 de diciembre de 1992 entre las puntas Eiras y Robaleira de las inmediaciones de la Torre de Hércules y que vertió al mar más de 67.000 toneladas de crudo, están a entre 10 y 25 metros de profundidad, en una zona de fondo rocoso y poca arena.

En su mayoría son trozos de estructura, del forro y las cubiertas del buque, chapas y tuberías, así como el motor y algunos elementos de maniobra como el cabrestante, ramales de cadena y un ancla. Defensa subraya que son "varias toneladas de hierro" las que se pueden sacar del entorno de la Torre para su venta. Un ancla del Mar Egeo se instaló en 2000 en el Aquarium Finisterrae y una hélice se recuperó en 2014 mientras que otra del Casón se colocó en el puerto de Fisterra.

Con respecto al Casón, se localizaron en el fondo del mar, a una profundidad de entre seis y diez metros entre bancos de arena, trozos de la estructura y "de la carga que transportaba el buque", destacando numerosos tubos de acero inoxidable y láminas del mismo material, además de muchas tuberías de hierro y un eje en popa sin hélice.

También existen restos de bronce debajo de la estructura y un ramal de cadena en proa sin ancla. En este caso, aunque el Estado no logró realizar una tasación de estos restos, reconoce su destacado valor económico por este tipo de materiales. Los trozos de metal del barco están diseminados en un área de unos 600 metros cuadrados. No se especifica nada sobre la carga que se puede encontrar en esta embarcación que embarrancó el 5 de diciembre en 1987 tras sufrir un incendio en una de sus bodegas y registrar varias explosiones. Hubo 23 tripulantes fallecidos.

La recuperación de estos restos tienen su importancia porque podrían dar más luz sobre su carga, de la que aún hoy existen dudas. Se reconoció días después del hundimiento que transportaba unas 800 toneladas de productos tóxicos y muchos vecinos de Fisterra huyeron de sus casas ante el temor a una contaminación. Parte de los bidones fueron retirados. Parte de su estructura permanece bajo el mar aunque otra ya fue desguazada en la zona

En la inspección subacuática de las dos zonas de naufragio el Estado no ha podido concluir con una valoración económica de los restos y además reconoce las "dificultades" para su retirada debido a las mareas y la proximidad a la costa, que obligarán al adjudicatario a realizar los trabajos de extracción en fechas muy concretas del año. La extracción de lo que queda de cada una de las embarcaciones deberá realizarse en un plazo máximo de un año cada una.

Este porcentaje, en la primera subasta, porque si queda desierta la puja habrá otras tres sucesivas y la parte del Estado irá disminuyendo progresivamente hasta quedarse solo con un 12,28% mientras el empresario recibiría un 87,72%, en la tercera subasta. En las tres subastas si la primera quedase desierta, el precio tipo se rebajaría un 15%.

Las empresas que se presenten a esta subasta deberán acreditar estar en posesión de los medios necesarios para garantizar la seguridad de las personas mientras se realizan las tareas de búsqueda y extracción, además de realizar la evaluación de riesgos laborales. Una vez que se proceda a realizar la extracción de estos restos se deberá balizar la zona y avisar al Instituto de la Marina para que se publique su situación en el aviso a navegantes.