El desnivel existente entre la ronda de Monte Alto y la calle Vía Ártabra es el único de los lugares que había anunciado el Partido Popular en los que el actual Gobierno local prevé mantener por ahora el proyecto de instalación de un ascensor. El aparato serviría para salvar la diferencia de altura que obliga a dar un largo rodeo para acceder al colegio público Víctor López Seoane y se sumará al proyectado por la concejalía de Rexeneración Urbana entre la avenida de A Pasaxe y la calle Ortigueira, para superar el fuerte desnivel del primer tramo de la avenida da Concordia y dar también acceso a la calle de la Merced.

Este último proyecto difiere del previsto por el PP para el lugar, que consistía en la colocación de rampas mecánicas en la avenida da Concordia.

El Gobierno local estudia además la posibilidad de instalar medios mecánicos para los desniveles existentes en Adormideras, donde el PP había proyectado la instalación de un ascensor inclinado, pero por el momento no están definidos los puntos en los que se colocarían, aunque los vecinos de la zona han mencionado en numerosas ocasiones la dificultad que supone para muchas personas la fuerte pendiente de la calle Regata Cutty Sark, el principal acceso al barrio.

Marea Atlántica modificó a su llegada al Gobierno local la política de accesibilidad que había puesto en marcha el Partido Popular, que apostó en el pasado mandato por la instalación de ascensores y escaleras mecánicas en los lugares de mayor dificultad para las personas con problemas de movilidad.

Durante ese periodo se instalaron escaleras mecánicas en las calles Plaza y Maestro Clavé, así como un ascensor en Ramón Cabanillas, al que siguió otro en la calle Troncoso que se terminó hace solo unas semanas debido a los retrasos causados por la aparición de restos arqueológicos y un manantial.

Los frecuentes problemas sufridos por las escaleras de las calles Plaza y Maestro Clavé, así como el elevado coste de mantenimiento de estos mecanismos llevaron al Gobierno local a defender un modelo de accesibilidad diferente, en el que se proponen recorridos alternativos con pendientes más suaves. Esta solución es la que se propone para unir los barrios de A Gaiteira y O Castrillón, pero para el acceso al último desde Os Castros se plantea la instalación de un ascensor con el fin de salvar la pendiente existente en el primer tramo de la avenida da Concordia, que llega al 19% entre la avenida da Pasaxe y la calle Monte das Moas.

La imposibilidad de ofrecer una ruta alternativa y de colocar un ascensor que salve todo ese tramo hizo que en las reuniones entre Gobierno local y asociación de vecinos de A Gaiteira-Os Castros se propusiera la ubicación de un elevador hasta la calle Ortigueira, con el que se superaría la mayor parte del desnivel.

En los lugares calificados por el Gobierno local como "estratégicos", debido que en ellos convergen diferentes recorridos peatonales y hay un elevado tránsito de personas, se optará por implantar medios mecánicos, pero solo como último recurso, frente al planteamiento del Partido Popular, que anunció en la campaña electoral de 2015 numerosos proyectos de instalación de medios mecánicos.

Nueva etapa con Fomento

El área responsable de estas actuaciones es Rexeneración Urbana, cuyo concejal, Xiao Varela, relató ayer que su departamento sí está trabajando en la intermodal pero que están esperando al cambio de guardia en el Ministerio de Fomento. Asegura que trabajan en la reordenación de la urbanización de la zona de A Sardiñeira para poder hacer los accesos a la nueva terminal. "En las últimas reuniones con Fomento se comprometieron a participar de manera más activa en, cediendo vuelo del suelo y pagando el parking, íbamos por el buen camino y a ver si lo centramos", deseó el edil en una entrevista en Radio Coruña. Varela destacó el buen "clima de diálogo y negociación" con la anterior ministra, Ana Pastor, y espera que tenga continuidad con su sucesor Íñigo de la Serna, alcalde de Santander.

Varela habló de que, respecto al litoral urbano, la prioridad es "humanizar" la Marina, una vez que el Puerto les ceda los terrenos. Explicó que sus responsables se han comprometido a mandar el acuerdo de cesión al ministerio antes de que acabe el año, por lo que después podrán intervenir. El presupuesto estimado es de 350.000 euros para un proyecto firmado por el estudio de Juan Creus y Covadonga Carrasco.