Una entre todos. Este es el título ideal, el que mejor encaja, para mostrar y a la vez homenajear la vida profesional y la figura de Joana Biarnés: porque ella fue una, la única, entre todos los hombres que en los años sesenta del siglo pasado se dedicaban al fotoperiodismo. El CGAI estrena hoy a las seis de la tarde un documental que recupera la extraordinaria lucha y consagración de una mujer en un mundo de hombres, un filme que se rinde también al sensacional legado fotográfico de Joana Biarnés, una entre todos.

"¿Usted sabe dónde se quiere meter?", le preguntaban incrédulos, con un punto de indignación, a la joven Joana. "Niña, esto es un trabajo de hombres", recibía por respuesta cuando explicaba que lo que ella quería era ser fotógrafo de prensa. Pero no aceptaba las puertas que le cerraban, "no se dejaba pisar", cuentan en el documental quienes la conocieron.

Los Beatles, Orson Welles, Raphael, Dalí, Polanski o Lola Flores fueron algunas de las celebridades que atrapó el ojo atento de sus cámaras. Ella estaba allí, donde había que estar, con el dedo en el disparador y sus colegas de profesión -solo hombres- a su alrededor, para cubrir el fútbol, hacer reportajes, dar brillo a la moda o capturar excelentes retratos.

El documental que hoy proyectará el CGAI rescata testimonios y anécdotas que realzan la osadía de Biarnés, su obstinación por captar la esencia de sus objetivos fotografiados, su tenacidad en un entorno que desconfiaba de ella y su prematura retirada profesional. La propia Joana, hoy a sus 81 años, repasa sus vivencias con una mezcla de reivindicación y nostalgia.

Su experiencia con los Beatles, por ejemplo, merece otro documental. Se coló en el jet privado que los traía a Barcelona en 1965 y al hotel en el que se alojaron mientras sus compañeros de profesión esperaban afuera, impacientes para fotografiar al grupo. Buscaba solo una foto y Ringo le abrió la puerta al reconocerla del avión. Paul y George le preguntaron por la comida catalana y John, ausente, andaba a lo suyo. Tenía en su poder no solo una foto sino un suculento reportaje gráfico que luego rechazaron publicar los periódicos.

Hay una imagen que muestra a Joana Biarnés, en el esplendor de su carrera, encaramada a una cornisa de la Plaza de Oriente de Madrid para tomar la foto panorámica de una multitud. Apunta desde las alturas concentrada en la gente y dispara, quizá, "con el corazón", como para ella trabajaban quienes se dedicaban a la fotografía.