El Gobierno local garantiza que el billete del autobús urbano no subirá en 2017, aunque, según fuentes municipales, todavía se mantienen las negociaciones con la Compañía de Tranvías para establecer el precio final de la tarifa, que podría ser inferior al actual. El importe del billete se actualiza todos los años siguiendo una fórmula en la que, entre otras variables, se tienen en cuenta los salarios de los empleados de la concesionaria municipal y el precio del combustible.

Esta fórmula está recogida en el contrato de concesión, firmado en 1986. El programa electoral de Marea Atlántica incluía una renegociación de las tarifas, así como la mejora de las bonificaciones disponibles, la fiscalización de la concesión y la renovación de la flota de autobuses.

Si el precio, tras las negociaciones de Gobierno local y Tranvías, no baja, el billete general seguirá costando un año más 1,30 euros y los usuarios del bonobús pagarán 0,85 euros por viaje, mientras que escolares, desempleados, discapacitados y jubilados seguirán pagando 0,33 por billete. La tarifa universitaria, si no hay cambios a la baja, costará 30 céntimos por trayecto. Es el mismo precio que tenía el autobús cuando Marea Atlántica llegó a María Pita, ya que el año pasado ambas partes acordaron congelar las tarifas. Fue en 2014 cuando se efectuó la última subida, el bus dejó de costar 1,27 euros para subir al precio actual, de 1,30 euros. En las negociaciones de 2015 fueron los trabajadores de la compañía los que asumieron el impacto de los dos céntimos que le tocaba subir al billete entonces. La plantilla renunció al incremento salarial que le correspondía por convenio a cambio de que no subiese el precio del bus.