"Poder caminar sola por la calle por la noche; que llegue un día en el que reclamar los derechos de las mujeres no sea necesario; que termine la violencia contra las mujeres; que ninguna mujer viva con miedo", son algunos de los deseos escritos en pósit de colores que pegaron ayer en uno de los muros del mercado de San Agustín las visitantes de Laborando, una feria sobre proyectos de vida feministas. Desirée Vidal, de Ofmuseum, dirigió las visitas guiadas por la plaza de abastos "en clave femenina", durante las que destacó que las primeras mujeres que abrieron sus puestos tenían que pedir permiso a sus maridos para abrir cuentas bancarias. "Tenían la barrera de la educación y, en clave arquitectónica, los que diseñaban los proyectos siempre eran hombres", indicó Desirée, quien denunció que "hoy en día" en los servicios del mercado "no hay cambiador de pañales, espejo ni contenedor para tampones".

Asociaciones y colectivos feministas informaron sobre sus proyectos a los visitantes, que también pudieron participar de talleres, algunos dirigidos a niños. La Asociación Galega para á Saúde Sexual regaló preservativos masculinos y femeninos, mientras que el Centro de Estudios de Xénero e Feministas (Cexef) informó sobre los cursos que imparte en la Universidade da Coruña todos los lunes sobre Teoría Feminista. Las Mulleres Colleiteiras, una iniciativa puesta en marcha por Arquitectos sen Fronteiras para la integración laboral de mujeres a través de la recogida de aceite usado, repartieron embudos para animar a los coruñeses a reciclar el líquido. La artesanía elaborada por mujeres para "visibilizar su presencia en todos los ámbitos profesionales" fue otra de las protagonistas de la feria, en la que los asistentes pudieron adquirir ilustraciones, camisetas, llaveros o zapatos.

El evento fue organizado por el Colectivo de Experiencias Feministas y amadrinado por la Casa-Museo Emilia Pardo Bazán, con la colaboración del Concello y de la Diputación. Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, la iniciativa abordó la lucha contra las violencias machistas de una manera integral, enfrentando una violencia invisible, como es la económica, "esa que no aparece en las páginas de sucesos, pero condiciona e impacta decisivamente la vida de las mujeres", según señaló la entidad organizadora.

A lo largo de la jornada niños y adultos disfrutaron de una decena de talleres, entre ellos la creación de un mural interactivo sobre las violencias machistas. Al mediodía hubo una sesión vermú, que comenzó a las 13.00 horas y corrió a cargo de Electroqueer. En el mercado de San Agustín también se instaló una exposición sobre proyectos feministas.