El conductor ebrio que iba a los mandos del coche que se salió de la vía y se partió en dos tras colisionar contra un muro sobre las cinco de la madrugada del 18 de noviembre de 2011, dentro del término municipal de Cambre, evitó ingresar en prisión. El accidente causó la muerte de un hombre que viajaba en el asiento trasero del automóvil, del que el acusado perdió el control cuando circulaba por la carretera que atraviesa el polígono Espíritu Santo.

El imputado reconoció los hechos ante el magistrado del Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña y se mostró conforme con ser condenado a dos años de cárcel por cometer un delito de homicidio por imprudencia grave. El juez aceptó que la pena sea suspendida durante dos años a condición de que el procesado no vuelva a delinquir durante ese periodo de tiempo. Además, le impuso la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante tres años. Contra el fallo no cabe recurso porque fue dictado con el visto bueno de todas las partes implicadas en el procedimiento judicial. El procesado indemnizó a la esposa de la víctima y a sus cinco hijos antes del juicio. A su madre deberá pagarle 10.035 euros por el daño moral causado.

El imputado, según consta en la sentencia, circulaba ebrio y a una velocidad "muy superior a la permitida", que era 60 kilómetros por hora, cuando al trazar una curva a la derecha perdió el control del coche, invadió el sentido contrario y se salió por el margen izquierdo de la calzada, por lo que colisionó de forma "violenta" contra la esquina de un muro de una casa. Después, el turismo golpeó contra una pared y se rompió en dos. El fragmento posterior, que es donde viajaba la víctima mortal, salió despedido y chocó contra un automóvil que estaba estacionado.