El hombre que hostigó a su antigua pareja, a la que llamó o mandó mensajes más de 1.800 veces en menos de un año, entró en su domicilio sin su consentimiento en dos ocasiones, la retuvo y la agredió, saldrá de la cárcel gracias al acuerdo al que llegó esta mañana su defensa con la Fiscalía y la acusación particular. El Ministerio público solicitaba que fuese sentenciado a 15 años y dos meses de prisión, pero hoy cambió de opinión justo antes de que comenzase el juicio y aceptó pactar con el abogado de la defensa. El letrado de la víctima, que ejercía la acusación particular, también se mostró conforme con el acuerdo. Así, las tres partes decidieron solicitar al tribunal de la Audiencia Provincial la puesta en libertad inmediata del sospechoso, que ingresó en prisión provisional sin fianza cuando fue detenido por los hechos que se le imputan, sucedidos entre 2015 y 2016.

El procesado reconoció los delitos y se mostró de acuerdo con ser condenado a un año de cárcel, a 99 días de trabajos en beneficio de la comunidad y a la prohibición de comunicarse y aproximarse a menos de 200 metros de su expareja durante diez años. Las acusaciones, tanto la pública como la privada, exigieron a los magistrados que le suspendan la pena de prisión a la que fue condenado a condición de que no vuelva a delinquir ni incumpla la orden de alejamiento.

El letrado que ejerce la acusación particular aseguró al finalizar la vista en la que el presidente de la sección primera de la Audiencia dictó sentencia oral bajo la conformidad de todas las partes implicadas en el proceso que era "un buen acuerdo". Además, insistió en que con la orden de alejamiento su clienta "está segura". El tribunal tuvo en cuenta para rebajar la pena de 15 años y dos meses que la Fiscalía solicitaba en su escrito de calificación la atenuante de reparación del daño, pues consignó 30.000 euros para hacer frente a una posible indemnización, y la eximente muy cualificada de trastorno psíquico, pues está diagnosticado de esquizofrenia.