Una normativa europea con dos interpretaciones, la del informe de la asesoría jurídica del Concello de A Coruña y la de un dictamen encargado a un despacho especializado en legislación europea por la Compañía de Tranvías. En cuestión, si la concesión de los buses urbanos acaba hoy en virtud de una normativa europea, o si el caso coruñés merece ser una excepción dentro de dicho reglamento y prolongarse hasta 2024concesión buses urbanos , fecha concedida por el Gobierno de Francisco Vázquez. La Comisión Europea emitirá su parecer a petición de ambas partes pero esto no quiere decir que las dos lo consideren vinculante. Negociar las condiciones de la concesión o los juzgados son dos horizontes posibles.

¿Afecta la normativa europea a las concesiones de autobuses urbanos? La asesoría jurídica dice que sí, que varias sentencias y resoluciones de órganos consultivos o administraciones como el Ministerio de Fomento confirman que el reglamento se refiere con carácter general al transporte público de viajeros "urbano o interurbano" (excluyendo al de finalidad turística) con independencia de que estén gestionados por un ayuntamiento, una comunidad autónoma o la Administración General del Estado.

La ley entró en vigor en 2009, ¿afecta a concesiones antiguas como la de la Compañía de Tranvías, de 1986? El reglamento comunitario señala varios supuestos en los que la normativa afecta a las concesiones ya firmadas antes de su promulgación. Es el caso de los contratos suscritos antes del 26 de julio de 2000 y que no hubiesen sido adjudicados por un procedimiento de "licitación equitativo", esto es, un concurso público. La concesión fue otorgada sin concurrencia competitiva a la Compañía de Tranvías mediante acuerdo del pleno de la Corporación en sesión del 1 de diciembre de 1986. El acuerdo se rubricó por ambas partes el 6 de febrero de 1987, en un texto que recoge las cláusulas de la concesión.

¿Qué dice la norma de estas concesiones de transporte público? El reglamento europeo dispone que "podrán continuar hasta su extinción pero no por un periodo superior a 30 años". Estos treinta años finalizan ahora para Tranvías si se comienzan a contar en el momento que comenzó la concesión. Según lo firmado hace tres décadas, la concesión de la Compañía de Tranvías no expiraría hasta el año 2024.

¿Cuándo empiezan a contar los treinta años? La asesoría jurídica municipal y el dictamen de un despacho de abogados comunitarios encargados por la Compañía de Tranvías discrepan sobre este particular. Los letrados del Concello razonan que "no provoca dudas" que el reglamento europeo se refiere al inicio de la concesión (1986). Argumenta que no hay nada, ninguna resolución, que diga lo contrario.

¿Está de acuerdo Tranvías con este calendario? El dictamen de los asesores contratados por la Compañía de Tranvías discrepa y señala dos momentos en los que esas tres décadas comenzarían a contar. La primera, 30 años a partir de la aprobación del reglamento comunitario (2009). La segunda, 30 años a partir de 1996, año en el que se modificó de manera sustancial la concesión, al ampliarle el contrato el Concello para que operase el tranvía turístico. Ambos supuestos son rechazados por la asesoría jurídica municipal, que sostiene que la ampliación del contrato fue aceptada por las partes (el Gobierno vazquista y Tranvías) "sin que conste manifestación alguna respecto de una pretendida novación con el consiguiente reinicio del plazo concesional". Echan mano de una respuesta de la Comisión Europea sobre un proyecto de ley en Francia que interpreta que el plazo comienza desde la firma del contrato.

¿Esto quiere decir que Tranvías ya no es concesionaria del bus? No, el propio reglamento recoge una serie de "medidas de emergencia" para evitar cualquier "riesgo de interrupción de la prestación de servicios". Posibilita al Concello que acuerde una prórroga, que no puede exceder de dos años. Es lo que aprobará el Gobierno municipal esta mañana en una junta extraordinaria.

¿Tiene vuelta atrás la decisión municipal? El reglamento europeo dispone un "régimen transitorio", que abre la posibilidad a una excepción [que podría permitir que Tranvías alcanzase el 2024 como contratista de los buses urbanos]. Requiere de una condición: tener el permiso de la Comisión Europea, que ha de valorar que la anulación de la concesión antes de lo previsto tendrá "consecuencias jurídicas y económicas". Esta consulta se realizará a petición de Tranvías, según figura en la resolución de la junta de gobierno. La asesoría jurídica municipal también recomienda, "al efecto de adoptar las decisiones que se correspondan con la mayor de las prevenciones y cautelas", formular una consulta "a efectos de conocer la posición de la propia Comisión respecto a la situación que se presenta".

¿Aceptará el Concello la excepción si así lo dicta la Comisión? La asesoría no lo especifica pero sí aclara que la formulación de la consulta no significa que hayan iniciado un procedimiento formal "de la aplicación de la excepción". Lo reduce a "un modo de adoptar el acuerdo definitivo con la mayor seguridad jurídica y valorando los intereses que puedan entrar en conflicto". Dice que en su decisión final prevalecerá "el interés general". La Compañía de Tranvías comparte la "idoneidad de consultar a Bruselas sobre las particularidades" del caso del transporte urbano coruñés y la aplicación en él del reglamento, "cuya complejidad deja la aplicación abierta a diversas interpretaciones". Tranvías, más contundente que el Concello, sentencia que la respuesta de la Comisión dejará claro si procede o no consumar la extinción de un contrato "legalmente válido, vigente y aprobado por unanimidad en el pleno municipal". Es evidente que, si no hay acuerdo, la situación podría acabar en un conflicto judicial que no desean ninguna de las dos partes.

¿Y qué harán en estos dos años? La asesoría jurídica municipal cree que deberían iniciarse ya los trabajos previos a la licitación de un nuevo contrato, que permitirían disponer, en el momento de recibir la respuesta de la Comisión, "los datos necesarios sobre el coste del servicio". El nuevo concurso permitiría negociar las condiciones de la concesión, como la famosa fórmula polinómica para calcular el precio del bus, o la prestación de determinados servicios. El Ayuntamiento coruñés prevé realizar una remodelación profunda de las líneas, con frecuencias de cuatro o cinco minutos pero con más transbordos.