El diseño elaborado por los promotores inmobiliarios del polígono de As Percebeiras, situado en Labañou, contiene tres edificios de 16 plantas, así como otros tres de 13, 11 y 9 plantas, además de varios más de menor tamaño. El cambio efectuado en el plan general para esta zona por el Partido Popular establecía una altura máxima de ocho plantas, aunque daba la posibilidad de incrementarla si se justificaba de forma adecuada, pero siempre que se garantizase la visión de la Torre de Hércules.

En el proyecto presentado para que la Xunta efectúe una Evaluación Ambiental Estratégica, que será sometido a exposición pública durante dos meses y al que el Concello todavía no ha dado su aprobación, los promotores justifican esta propuesta en que con ella se evitan "apantallamientos" con los edificios altos, de los que se asegura que se ha "cuidado su dimensión y posición". Los empresarios explican que la alta edificabilidad autorizada para estas parcelas "conduce a una concentración de edificación que necesita crecer en altura para liberar suelo".

Cuando los propietarios iniciales de los terrenos presentaron en 2002 el primer proyecto para As Percebeiras se generó una gran polémica en la ciudad, ya que un rascacielos de 47 plantas, otro de 35 y otros tres edificios de 10 pisos. El impacto visual que causaría en la costa de Labañou esta iniciativa hizo que el Gobierno local del momento la dejase aparcada. Cuando el Partido Popular llegó al Gobierno local, modificó el diseño del polígono que figuraba en el nuevo plan general y aumentó un 20% la edificabilidad prevista, aunque estableció un límite de ocho alturas para preservar las vistas en este lugar, muy próximo al paseo marítimo y desde el que se divisa la Torre. El PP dejó sin embargo la puerta abierta a un posible incremento de la altura si se aportaba una explicación coherente, a lo que ahora se aferran los promotores para plantear edificios que superan el máximo autorizado.

El polígono tiene una superficie de casi 44.000 metros cuadrados y una edificabilidad de 60.000, de los que 50.000 serán para viviendas y el resto para uso comercial. La concentración de la edificabilidad en una parte del polígono lleva a los propietarios a proponer que se distribuya en edificios altos en lugar de en un mayor número pero de menor tamaño. El documento enviado a la Xunta detalla que la distribución elegida se separa "prudencialmente de las construcciones existentes" mediante "edificios esbeltos que produzcan desde el exterior una visión fraccionada y abierta". La ordenación establecida consigue, según el proyecto, integrar las construcciones en el barrio "produciendo un conjunto armónico y adecuado a su emplazamiento".