El Museo de la Automoción revive como proyecto un año y medio después de que el Gobierno de Marea rechazase la ubicación prevista desde el principio, el parque de Bens, para evitar reducir la extensión de esta zona verde. Su reactivación se produce con una propuesta de localización diferente que el Ejecutivo municipal acaba de plantear a la Fundación Jorge Jove, promotora del museo: el polígono industrial de A Grela.

El Ayuntamiento ha ofrecido a la institución instalar el museo en una parcela pública de más de 7.000 metros cuadrados dedicada en la actualidad a actividades municipales entre la calle Newton y la travesía del mismo nombre, en un lateral del antiguo centro comercial Dolce Vita, al borde de la tercera ronda y a pocos metros de Marineda City. Preguntada ayer por este periódico, la entidad no se pronunció respecto a la propuesta.

Esa parcela forma parte de unas instalaciones de un total de 14.000 metros cuadrados de los que el Concello cedería algo más de la mitad y seguiría siendo titular. Esta superficie, según el Concello, se ajusta a las "necesidades del proyecto", que recogía que la planta del inmueble del museo ocupara 6.600 metros cuadrados de parcela.

El convenio firmado en 2009 por el Gobierno local de PSOE y BNG con la Fundación, que el PP estaba dispuesto a ejecutar, recogía el compromiso de cesión de 20.000 metros cuadrados en Bens para el edificio del museo y de otros 87.900 adyacentes para un circuito automovilístico al aire libre, un parque juvenil, una pista técnica de seguridad vial y una zona todoterreno. Según el Ayuntamiento, el edificio del museo solo ocuparía 6.600 metros cuadrados de la parcela, por lo que la que ofrece en A Grela se ajusta a estas dimensiones. El Gobierno local defiende, además, que las restricciones para construir en el polígono son mucho menores que en un parque como el de Bens.

"Entendemos que se trata de un lugar de oportunidad tanto por su ubicación como por la conectividad con el centro de la ciudad y con la comarca, muy próximo al área comercial de Marineda City, por lo que resulta muy interesante de cara a la accesibilidad y la afluencia", defiende en una nota de prensa el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, que ayer trasladó la propuesta al presidente de la Fundación Jorge Jove, Ángel Jove.

El Ayuntamiento y la fundación se habían dado de plazo dos meses a final de verano para encontrar una alternativa al parque de Bens para el futuro Museo de la Automoción, un recinto que reuniría una colección de más de 300 vehículos propiedad de la familia Jove. La propuesta del polígono de A Grela es la primera que se conoce -al menos la primera que se hace pública-, ya que el Gobierno local no ha informado de otras sugerencias ni la Fundación Jorge Jove tampoco.

El responsable de Rexeneración Urbana resalta que la ubicación de A Grela es "estratégica" porque conecta con la intención del Concello de "humanizar" el polígono y "redefinir" algunos de sus usos. Varela recuerda que la zona sufrirá próximamente transformaciones importantes, como la construcción de una pasarela peatonal que enlazará el polígono industrial con el centro comercial Marineda City y con el futuro Museo Estrella Galicia.

La anulación del proyecto en Bens fue una de las primeras medidas adoptadas por Marea Atlántica al acceder al Gobierno local, por entender que no se debían ocupar espacios verdes del parque para esta instalación, aunque no se opuso a que el museo del automóvil estuviese situado en otro lugar.

Las imágenes virtuales del proyecto inicial del museo en Bens mostraban un superficie expositiva repartida en seis plantas para reunir la colección de más de 300 vehículos de la familia Jove: coches, motos y camiones privados y militares, sanitarios, de pasajeros, de mercancías y de emergencias fabricados y utilizados entre finales del siglo XIX y la actualidad. El complejo incluía otros 87.000 metros cuadrados para un circuito y una zona todoterreno.

Los vehículos que la fundación desea exponer se encuentran hoy en una nave del polígono de Sabón donde se almacenan los fondos de su propiedad. La colección de casi 350 piezas nació por la afición al mundo del motor del padre de Ángel Jove, Ángel Jove Capellán, quien durante años fue reuniendo los modelos, aunque la idea del museo surgió hace dos décadas.