El Concello ha de incluir en el plan general una "regulación individualizada" para el tramo coruñés del Camino Inglés, cuestión que ya tramita. La Xunta solicitó a Rexeneración Urbana una normativa destinada a su conservación y a controlar las alteraciones que pueda sufrir la ruta a su paso por el municipio, tanto en el trazado en sí como en las zonas "de protección" a sus márgenes. Un total de 17 desarrollos urbanísticos quedan afectados, según la enumeración de la Dirección Xeral de Patrimonio.

El Pleno dio luz verde en febrero a la aprobación inicial de una modificación del plan general para la protección del Camino Inglés, un trámite que ya había comenzado el Ejecutivo anterior, después de que la Xunta ratificase en 2014 la delimitación definitiva de esta ruta hacia Santiago. El pasado mayo, la Dirección Xeral de Patrimonio remitió a María Pita un informe con sus consideraciones sobre el documento aprobado inicialmente por A Coruña. También en mayo, la Xunta aprobó a su vez la Ley de Patrimonio Cultural, que establece una nueva regulación. El Concello encargará a una empresa la adaptación del plan general (PGOM) a esta nueva normativa y a las consideraciones de Patrimonio, además de otras modificaciones como la ampliación del catálogo de edificios protegidos.

La Dirección Xeral de Patrimonio delimita qué sectores o ámbitos de suelo urbano consolidado o no consolidado quedan afectados y cuyo ordenamiento y desarrollo, por tanto, "debe ajustarse a las determinaciones y limitaciones que prevé la legislación en patrimonio cultural". Entre ellos están el SUD 4 (Monte Mero) y el SUD 6 (Monte Alfeirán). También quedan supeditados los planes de transformación de la estación de autobuses y los de los muelles de Batería y Calvo Sotelo, una vez queden liberados.

A la lista se suman ámbitos en la calle Fray Pedro Payo Piñeiro, Lázaro Cárdenas, Río Quintas-Santa Gema, equipamiento previsto en la avenida de Monelos y el plan de mejora y desarrollo de este vial, el plan especial de la calle Santa Gema y el plan especial de mejora en el lugar río de Quintas. Ya con el planeamiento aprobado o incorporado están el parque ofimático, el ámbito Pepri, puerto, avenida de Monelos II (API Q37), Eirís de Arriba II (API R33) y avenida de A Pasaxe (API S37).

La normativa que aprobó la Xunta en mayo es más laxa con los tramos urbanos del Camino de lo que lo era la de 1996 (que deroga), en la que tramos urbanos y no urbanos estaban sometidos casi a la misma regulación y que establecía dos zonas de protección, una de 3 metros en ambos márgenes y otra de 30. En la más cercana se prohibía todo tipo de "actividad constructiva". Esa prohibición se limita ahora mismo a los tramos "no urbanos". En la normativa antigua se prohibían aumentos de edificación, nuevas alineaciones y parcelaciones. La ley veta la tala de árboles autóctonas (antes era cualquier tipo de árbol) y el establecimiento de campamentos. Ahora solo establece una franja de protección de 3 metros y abre la posibilidad de fijar una zona de "amortiguación" mayor si se considera "necesario".

Una vez aprobado el cambio en el plan general, el ayuntamiento quedará "habilitado" para autorizar intervenciones en su ámbito, "salvo las que afecten a las propias trazas de los caminos y a sus elementos funcionales", así como a los bienes de interés cultural, el patrimonio artístico o arqueológico, propiedades de la Iglesia y otras competencias de Patrimonio.