La falta de agentes de la Policía Nacional en las calles de la ciudad por las noches y durante los fines de semana obliga a los funcionarios que se encuentran atendiendo las llamadas en centralita tengan que derivar la incidencia recibida a sus compañeros de la Policía Local.

"Es el protocolo que seguimos, tomamos nota de la incidencia y pasamos el aviso al 092, para ver si pueden colaborar con nosotros acudiendo a la intervención porque nosotros no tenemos agentes disponibles", explica la portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Sandra Castro, que critica que lo que hasta ahora era una "excepción" ahora sea una práctica "habitual". En la noche del miércoles al jueves, por ejemplo, se dio esta situación, en la que todos los agentes de la Policía Nacional tenían una tarea asignada, por lo que no pudieron patrullar por las calles, realizando labores de prevención.

La Jefatura de la Policía Nacional no ofreció ayer ninguna explicación sobre esta situación denunciada por los sindicatos. Los agentes explican que, durante los fines de semana y las noches, se dedican, sobre todo, a hacer custodias hospitalarias, a la seguridad de la comisaría de Lonzas y a realizar traslados de detenidos que pasan a disposición judicial y que eso, si hay bajas, les obliga a renunciar a vigilar las calles.

En A Coruña hay 730 funcionarios cuando en el catálogo de la Policía Nacional dice que tendría que haber 863, de modo que hay un 15% menos de los establecidos. Solo durante el mes de noviembre, la Policía Nacional formalizó 43 denuncias por robos en locales comerciales y oficinas de la ciudad casi todos ellos, salvo tres, se registraron por la noche. Para reivindicar mejoras, el Sindicato Unificado de Policía, el mayoritario en el cuerpo, convocará a los agentes a una concentración el próximo miércoles, 14 de diciembre, en el Obelisco, a las 12.00 horas.

No es la primera vez que los funcionarios se quejan de que la falta de personal repercute en el servicio que le prestan a los ciudadanos, lo hicieron también cuando la Comisaría Provincial, en el mes de marzo, puso encima de la mesa la posibilidad de cerrar una de las dos oficinas de denuncias que hay en la ciudad -en Lonzas y en los jardines de Méndez Núñez- durante las noches, los fines de semana y los festivos. Entonces, la presión de los policías consiguió parar la decisión, pero solo durante unos meses.

El cierre de la oficina de la avenida do Porto se materializó en julio y, desde entonces, no ha vuelto a abrir por las noches, los fines de semana y los festivos. Castro denuncia que esta decisión no mejoró sus condiciones de trabajo, ni siquiera el servicio que reciben las víctimas ya que, según explica, hubo días en los que los denunciantes tuvieron que esperar hasta siete horas para poder ser atendidas por un funcionario.