La magistrada del Juzgado de Instrucción número 6 de A Coruña acordó ayer prorrogar la prisión provisional y sin fianza del investigado al que su nieta grabó con su teléfono móvil la semana pasada mientras abusaba de ella. El juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña decretó el pasado martes la medida preventiva, que ayer fue mantenida por el órgano judicial que se hizo cargo de la investigación del caso. La magistrada emitió un auto tras la comparecencia celebrada ayer en el juzgado, a la que asistió el sospechoso, en el que argumenta que son "abundantes los indicios" que apuntan al abuelo de la denunciante como "responsable" de un delito de agresión sexual continuada a menores de 16 años.

La titular de Instrucción 6 indica en el documento que las imágenes grabadas por la menor, que tiene 15 años y está asistida por el abogado Pablo Freire, son "contundentes", al tiempo que subraya que la "manifestación realizada por el investigado para justificar el acto que aparece en la grabación" carece de "credibilidad alguna". El sospechoso, tal y como publicó LA OPINIÓN el pasado miércoles, negó haber cometido los abusos ante la juez de guardia, pero cuando visionó las imágenes cambió su versión y alegó que había sido "coaccionado" por su nieta.

El auto insiste en la "gravedad de los hechos denunciados y la pena prevista para los mismos", por lo que recalca que "resulta imprescindible asegurar la presencia del investigado en el proceso y evitar que pueda sustraerse a la acción de la Justicia". La juez también señala que su ingreso en prisión preventiva evitará "el riesgo de reiteración delictiva", es decir, que reincida, ya que se investiga "un delito continuado que se habría iniciado cuando la víctima tenía 11 años".

Con la medida, la magistrada también pretende asegurar "la protección de la integridad física y moral" de la niña y evitar "la destrucción de fuentes de prueba relevantes para el enjuiciamiento, teniendo en cuenta la relación familiar que une a investigado y víctima". "No existe ninguna otra medida menos gravosa e igualmente eficaz a los fines pretendidos, por las razones ya expresadas y por la evidente vulnerabilidad de la víctima de un delito que se ha producido en su entorno familiar", explica la juez en el auto emitido ayer. Además de la prisión comunicada y sin fianza, le impuso al investigado la prohibición de comunicarse con su nieta por cualquier medio, "personal, directo o a través de terceros, postal, telefónico o telemático" mientras dure la tramitación del procedimiento o hasta que se adopte una nueva resolución judicial.

La menor, nacida en el extranjero, fue adoptada cuando tenía tres años. Desde finales de 2013, tras la separación de sus progenitores, residía con su padre y sus dos abuelos paternos. Un juez le concedió la custodia a su padre porque su madre carecía de medios económicos para hacerse cargo de ella y de su hermano, menor que ella. La pequeña relató ante la Guardia Civil que fue "feliz" hasta que con 11 o 12 años su abuelo comenzó a pedirle diariamente que le besase en la boca. Después, comenzó a realizarle tocamientos y agredirla sexualmente en numerosas ocasiones. De hecho, ya había grabado un vídeo hace unos meses, pero finalmente lo borró. La semana pasada volvió a captar las imágenes con su móvil y se las envió a su madre a través de la red social Messenger.

La menor declaró que estaba atemorizada por su abuelo, por lo que no le contaba a nadie lo que sucedía. De hecho, la víctima testificó que se enfadaba "mucho" cuando se oponía a que la agrediese sexualmente. El padre de la pequeña también está siendo investigado por un delito de violencia sobre la menor, quien declaró que la agredía. El pasado martes la juez de Instrucción 3 le concedió la custodia de la niña a la madre y a su padre le impuso como medida preventiva la prohibición de acercarse a menos de 100 metros de la menor y de su hermano.