La Policía Local de A Coruña intervino una escopeta de aire comprimido y unos nunchakus a un vecino de Os Mallos de 24 años. Casi a media noche del domingo, una patrulla que realizaba labores de vigilancia por el barrio fue requerida por unos viandantes porque, según denunciaron, "a escasos metros una personas les estaba disparando con una escopeta de aire comprimido". Tras ser interceptado, el joven alegó que no disparó pero se sentía intimidado por los denunciantes porque, argumentó, lo querían meter en el mundo de la droga pero es "un tío limpio".

El hombre fue localizado en el último piso de un edificio en el que los policías lo vieron entrar. Uno de los componentes de la dotación salió detrás de él y, durante la persecución por las escaleras, "escuchó un disparo de escopeta de aire comprimido". Además del arma, portaba unos nunchakus, una correa de perro con un mosquetón de grandes dimensiones y dos cajas de balines mediadas.

La policía identificó también al padre del joven, de 53 años, que manifestó que tanto él como su hijo se sentían amenazados por los denunciantes por lo que cogieron la escopeta para defenderse "pero que no llegó a disparar". La patrulla intervino el arma y los nunchakus, que quedaron depositadas en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía.