Tres remolcadores fueron necesarios ayer para efectuar las maniobras de atraque del buque tanque Max Jacob en el puerto exterior, debido a las dimensiones de este petrolero, de 274 metros de eslora. Se trata del primer barco de este tipo que entró en punta Langosteira, aunque su llegada está motivada por las reparaciones necesarias en su motor, que sufre una avería en su turbo soplante que le hace consumir más combustible de lo habitual.

El buque, que salió de Rotterdam con destino a Estados Unidos con 150.000 toneladas de fuel pesado, fue desviado anteayer por su armador hacia Langosteira, donde llegó a primera hora de la mañana de ayer, aunque la operación de atraque no comenzó hasta el mediodía para aprovechar la marea alta, debido al gran calado del navío, que alcanza los 16,5 metros.

Este factor fue precisamente el que impidió que el Max Jacob entrase en los pantalanes de Repsol en el puerto interior, ya que no disponen del calado suficiente, por lo que el armador se decantó por enviarlo a Langosteira, donde amarró en el muelle principal tras recibir autorización del Puerto coruñés. Salvamento Marítimo informó que la avería sufrida por el buque no afecta a su seguridad, por lo que no representa un peligro para la navegación.