La Asociación de Amigos del Museo de Automoción e Historia, que pretende impulsar la creación de este centro, proyectado por la Fundación Jorge Jove, se constituyó el pasado 29 de diciembre. La presidenta de la entidad, Elena Galván, está convencida de que Concello y fundación llegarán a un acuerdo sobre la ubicación del museo.

-¿Cómo surgió la idea de crear la asociación?

-Conocíamos el proyecto en profundidad, que es muy ambicioso y debería estar en una ciudad como Nueva York, por lo que creímos que A Coruña no podía perderlo y decidimos crear una asociación de amigos para divulgar la idea del museo y que la gente vea que no es simplemente un edificio donde se van a meter cuatro coches.

-¿Hay algún nexo de unión entre los fundadores?

-Aunque somos de profesiones muy variadas, podemos decir que nuestro nexo de unión es la historia porque muchas de las personas que formamos la asociación, ya que algunos participamos en recreaciones históricas, otros coleccionan vehículos y otros son amantes de la cultura, porque el museo no pretende quedarse solo en la exhibición de las piezas de la automoción, sino también relacionarlas con el día a día de las distintas épocas. Hay que pensar por ejemplo en la llamada literatura norteamericana On the road, que se basa en la vida moviéndose de un lado para otro en un vehículo.

-¿Cree que está en riesgo la creación del museo?

-No, no me lo planteo. No debería estar en riesgo un proyecto tan ambicioso para la ciudad. Sería una pena que no se pudiera disfrutar de él.

-Pero hay discrepancias entre la Fundación Jorge Jove y el Gobierno local sobre su ubicación.

-A nosotros no nos preocupa la ubicación, sino que se pueda perder el proyecto porque es espectacular y lo que queremos es difundirlo a las personas que lo conozcan sesgado y tan solo sepan de la polémica sobre su ubicación, ya que hay mucha gente que no sabe lo que se quiere ubicar.

-¿Cree que el Concello tampoco lo sabe?

-Ellos conocen perfectamente el proyecto, pero muchos ciudadanos no y es un proyecto muy ambicioso, porque los museos del automóvil que hay en España casi no tienen piezas en comparación con las que tendrá el de A Coruña, ya que son más de 300 automóviles, además de camiones, un tranvía, un camión de bomberos, coches del París-Dakar, un prototipo único de Pegaso que no llegó a producirse y un montón de documentación.

-¿Le parece que la ubicación inicial en el parque de Bens era la adecuada?

-No me parece mal. El edificio ocupa un montón de metros cuadrados y además el proyecto incluye dos circuitos, uno para enseñar educación vial a los niños y otro para manejar vehículos del museo. También se necesita un aparcamiento para los visitantes y una accesibilidad cómoda, por lo que se necesita una superficie grande, y además algunos vehículos del museo pesan mucho, por lo que es complicado que se instalen en un edificio con altura.

-¿Compensaría ocupar gran parte de una zona verde como Bens con este museo?

-Lo que hay que ver es lo que se ocupa y después con qué se ocupa. Creo que continuaría quedando suficiente zona verde porque allí hay mucha, aunque esto es una opinión personal y no de la asociación. La ubicación la decidirán el Ayuntamiento y la fundación, pero sería una pena no llegar a un acuerdo porque muchas veces se hacen edificios carentes de contenido a los que se les ha llamado museos. Aquí tenemos el contenido y solo nos falta el continente y es una oportunidad única.

-¿Es optimista sobre que se alcance un acuerdo?

-Supongo que el sentido común se impondrá como siempre, pero si se empiezan a sesgar las cosas, a contar lo que no hay o hacer una publicidad negativa... La asociación intentará que la gente entienda la dimensión del proyecto y lo que aportaría a la ciudad.

-¿Considera que el museo tendría una gran capacidad de atracción?

-Podría estar en cualquier gran capital del mundo porque tiene piezas espectaculares y únicas, así como nuestra historia de la automoción, con joyas de la empresa Hispano-Suiza y con unos fondos documentales importantísimos. También tendrá unos talleres que podrían servir para que los alumnos de Formación Profesional aprendieran en ellos. Hay sitio para todo, desde espacio para que los niños aprendan educación vial hasta para analizar la relación del automóvil con el mundo de la cultura y la vida cotidiana. La gente se mueve, pero para ver algo que valga la pena, y esto sí va a merecer la pena de que alguien venga a A Coruña.