Los usuarios de la bicicleta como medio habitual de transporte han acogido de mala gana una propuesta hecha esta semana por el Real Automóvil Club de España (RACE), que plantea extender a los ciclistas el carné por puntos que se aplica a los conductores de otros vehículos y obligarles a tener su propio seguro y matrícula. En contra de esta idea no tardó en pronunciarse a nivel nacional la coordinadora en defensa de la bici ConBici; la iniciativa tampoco gusta a entidades coruñesas, que advierten una "campaña contra la movilidad sostenible" y proponen una mejor educación en la convivencia entre bicicletas y coches.

Anxo Carracedo, miembro veterano del Club Ciclista Riazor y usuario de bici y coche, cree que la sugerencia de la RACE esconde "hostilidad" hacia las dos ruedas. "Todo puede ser objeto de estudio, pero parece que proponer el carné por puntos para las bicicletas pretende crear una situación ideológica hostil hacia los ciclistas, a quienes se nos restringe la libertad de movilizarnos en su medio. Nunca se nos ha exigido tener carné, ni seguro ni matrícula y con esta medida contra la sostenibilidad se nos penalizaría", expone Carracedo.

"¿Hay miedo a los ciclistas?", se pregunta Pablo Leira, miembro de la Plataforma pola Mobilidade Sostible y de la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega). Aunque opina que contar con un seguro podría ser positivo pero no lo cree necesario, califica de "desacertada" la idea de penalizar a los ciclistas con la pérdida de puntos en un hipotético carné para usuarios de bicicletas: "Esto es una forma de poner trabas al uso de la bici por parte de organismos e instituciones o del lobby de los coches. La bicicleta es un medio de transporte cómodo y válido y en la ciudad, por ejemplo, el aumento de usuarios de Bicicoruña desde que funciona el servicio demuestra la aceptación que tiene".

La RACE, que entre sus actividades también ha fomentado campañas por el uso seguro de la bicicleta, apoya su propuesta de aplicar un carné por puntos a las bicis en la necesidad de que haya un "mayor compromiso" por la reducción de accidentes de usuarios vulnerables, entre los que incluye a los ciclistas y los motoristas.

El último informe de tráfico presentado por la DGT esta misma semana refleja que los ciclistas fallecidos en 2016 en las carreteras españolas fueron 33, diez menos que en el año anterior. También disminuyeron los muertos en motocicleta, 214 frente a 224, y en ciclomotor, 21 frente a 27.

Los usuarios consultados por este periódico coinciden en que para reducir la siniestralidad es más eficiente reforzar las medidas educativas que imponer acciones sancionadoras. "Hay ciclistas que usan mal la bici y conductores que usan mal el coche. Esto es un problema de educación vial general que necesita actuaciones a nivel global. La bicicleta no es tan peligrosa como mucha gente cree", dice Leira.

"Se debe educar en positivo sobre el papel de la bicicleta como medio de transporte y en convivencia con los coches. Se ha demostrado que es acertado quitar puntos por infracciones al volante, pero en bici no está bien orientado. Hay conflictos entre conductores y peatones y a veces son responsables los peatones, pero nadie plantea que se le aplique el carné por puntos a los peatones", comenta Carracedo.

ConBici insiste en que las sanciones deben dirigirse a los coches, "que son los que crean peligro" -según dijo estos días su director técnico, Manuel Martín-, no a las bicis. La RACE sostiene que el carné por puntos es útil para reducir los accidentes en carretera, pero es una medida "insuficiente".