El trabajador social de la Cocina Económica, Pablo Sánchez, indica que la ciudad es un punto de destino para las personas y familias en situaciones de pobreza y exclusión social desde hace "unos siete años". Dice, además, que la pobreza se hereda y se cronifica si no se consigue atajar cuanto antes, por eso hace hincapié en que "la red asistencial" se puede ver "desbordada" si no se desarrollan proyectos que saquen de la exclusión social a sus usuarios. "La barrera está en el mercado laboral", indica Pablo Sánchez, que cree que, en las "oportunidades" hay que tener muy en cuenta la "discriminación positiva", ya que, de lo contrario, la pobreza no sale de las familias en las que se instala. "Una persona que no tiene hogar tiene siempre menos posibilidades de encontrar un empleo que otra que tiene una vida normalizada", explica y asegura que muchas de las familias usuarias de La Cocina Económica dejarían de serlo con un empleo. Para combatir el absentismo escolar, para mejorar las bajas tasas de graduados, tal y como expone el análisis DAFO de la estrategia DUSI, Sánchez propone aprovechar las políticas públicas para "interrumpir" ese proceso "perpetuo" de pobreza. "Si no se subvenciona la contratación de personas en exclusión social difícilmente van a tener un hueco en el mercado laboral, por su baja cualificación, la falta de formación lleva al inicio del ciclo de la pobreza", comenta. Como "fortalezas" señala los servicios sociales del Concello así como todas las asociaciones que se dedican a luchar contra la exclusión.