Ni para echar las campanas al vuelo ni para preocuparse al hacer la caja al final del día. Las rebajas tienen, al fin, "ambientillo" en los barrios coruñeses. Tras años de lamentaciones porque la gente no acudía a los comercios de proximidad y cosía el bolsillo después de Reyes, representantes de las asociaciones de distintas zonas de la ciudad analizan, pasadas las tres primeras jornadas, que "bien, no muy bien" pero "no mal". Esperan además que esta semana se vaya animando más la clientela porque, afirman, ellos viven del día a día mientras los centros comerciales copan todo el movimiento el fin de semana. Otra cosa es la rentabilidad real porque para muchos las rebajas se suman a los descuentos previos que han tenido que realizar con el objetivo de ser competitivos en los últimos dos meses.

"A nosotros nos va mejor entre semana", señala José Manuel Castro, representante de la calle Barcelona, que explica que la mayoría de establecimientos de su zona sí abrieron sábado y domingo porque para muchos sí "compensa". Al nutrirse, fundamentalmente, "de gente de cercanías", prevé que a lo largo de la semana aumentará el negocio. Matiza, sin embargo, que muchos comercios arrastrarán las ofertas que ha habido en las últimas semanas. "La gente aprovechó el Black Friday para hacer sus compras y ahora ya no lo hará", comenta Castro, "la tarta llega hasta donde llega, así que un poco sí que se nota".

La impresión en otro de los barrios con mayor densidad de población, Os Mallos, también es positiva. "La mayoría dicen que bastante bien", comenta José Salgado, de Distrito Mallos. Analiza, al igual que representantes de otros barrios que el buen tiempo "ha ayudado a que la gente salga de casa". "Creo que tienen un poco más de dinero", observa.

Salgado, no obstante, pone el acento en "cómo pueden afectar las rebajas sobre las rebajas". Esto es, que muchos empresarios han tenido que aplicar ahora ofertas sobre los descuentos que han realizado anteriormente. "Ya hicieron un esfuerzo grande" y los márgenes de beneficio se reducen. En conclusión, "no es que esté funcionado en todos, siempre hay excepciones, pero en términos generales, bien, no mal".

¿Y en el otro centro? Tras el desplazamiento de la principal zona comercial de Pescadería al Ensanche por la plaza de Lugo e Inditex, los comercios de Zona Obelisco juegan sus bazas también en rebajas. "Bien, se nota desde antes de las Navidades, aunque sin colas, nunca van a ser los viejos tiempos", señala Tonecho Amor, portavoz de Zona Obelisco sobre el cambio de panorama tanto para su zona como para las costumbres rebajeras en general.

Percibe que hay más dinero en la hucha o, por lo menos, más ganas de consumir. El tiempo ha ayudado, comenta Amor, que coincide en que hay muchos comercios que han puesto rebajas antes: "algunos ponen un corner de descuentos y otra cosas las aguantan". Todos "van detrás", asegura, de los tiempos que marcan las grandes superficies, "sobre todo El Corte Inglés, que es el que hace publicidad y semanas de oferta". "El resto vamos arrastro, seguimos estos tiempos", responde uno de los representantes más veteranos del sector en la ciudad. El mayor ejemplo, indica, fue el Black Friday, "lo que se vende ahí ya no se compra en las rebajas". A pesar de que muchos establecimientos, se sumaron a esta iniciativa importada de Estados Unidos, Tonecho Amor piensa que "es un engañabobos que solo beneficia a los grandes".

Desde la Asociación de Empresarios del Castrillón, Eirís y Monelos, su presidenta, Mariló Fernández Vilas, describe que el fin de semana ha sido "tranquilo" en su zona pero "también en los centros comerciales". Fernández, presidenta actual de la federación de asociaciones de comerciantes de la ciudad (FUCC), espera que la compraventa "vaya a más" en los próximo días. "Con el buen tiempo, la gente va más de paseo que de rebajas", indica la representante, que relata que se pasó por Marineda City y por la plaza de Lugo y "tampoco había grandes aglomeraciones".

En el barrio vecino, Distrito Oza, manifiestan que es aún pronto para valorar cómo funcionarán las rebajas en su área, con zonas comerciales con bastante actividad de negocios de proximidad como la avenida de Oza y la calle de la Merced. La presidenta de este colectivo, Victoria García, explica que el barrio funciona entre semana. En sábados y domingos, la gente aprovecha para marchase, muchas veces a sus aldeas de origen, por lo que es de lunes a viernes cuando se compra y se vende. "Creo que irá mejor, la gente se está animando a comprar más", describe. Miguel Suárez, de Matogrande, también opina que es pronto pero avanza que "en general, están contentos" y que se ve más intención de gastar que otros años atrás.