El conflicto de las obras de la cubierta del colegio Ramón de la Sagra mantendrá su intensidad durante al menos dos semanas, el tiempo que se prevé que duren los trabajos de desmantelamiento de la cubierta de amianto del centro. Las familias aseguran que no llevarán a sus hijos a clase hasta que los trabajos hayan finalizado y hasta que se realicen las mediciones oportunas para comprobar que el recinto no supone riesgos para la salud.

La Xunta asegura que las clases no se paralizarán por las protestas, para garantizar el servicio educativo a los alumnos que sí van a clase. La administración gallega señala que el cambio de la cubierta cuenta "con todas las medidas de seguridad necesarias" y con la supervisión de especialistas en seguridad y salud. "Además, las mediciones se realizan antes y después del trabajo todos los días. Si se identifica un mínimo riesgo se frenaría la intervención", asegura Educación.

Ayer fue el primer día en que se registró una ausencia "mayoritaria", según fuentes de la asociación de padres y madres del Ramón de la Sagra. Faltaron el 90% de los niños en Infantil y el 85% en Primaria. El lunes habían faltado un 50% de los estudiantes. Ayer por la mañana, los alumnos sí acudieron, en compañía de los padres y madres, a una concentración frente a los edificios Nuevos Ministerios, donde entregaron en el registro de la Consellería de Educación la justificación de la ausencia a clase de sus hijos con el fin de evitar ser sancionados.

La previsión es que los trabajos duren dos semanas si la ausencia de lluvias continúa. Posteriormente, habría que realizar una medición para comprobar que el entorno es seguro. Las familias reclaman a la Xunta que realice una de urgencia en cuanto acaben las obras o, de lo contrario, la realizará el propio Anpa, contratando a una empresa especializada.

El Anpa asegura que dispone de indicadores que difieren de la versión de la Xunta y denuncia que, a raíz de las obras de los últimos meses, ha habido alumnos afectados por problemas respiratorios. El Claustro de profesores del colegio se muestra "respetuoso" con las protestas de las familias, pero resalta que los trabajos se están realizando de acuerdo con lo acordado en una de las últimas reuniones, es decir, limitando las obras a las tardes y retirando el fibrocemento sin alumnos en el centro.