Vivir en A Coruña puede no ser las experiencia más placentera para quien busque el silencio como compañero de vida. El último informe que el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente envió a la Comisión Europea en 2016 sitúa a la ciudad como la quinta más ruidosa de toda España por las noches y la sexta durante el día, tomando como referencia las urbes de más de 100.000 habitantes. Según se describe en el documento, entre las 23.00 y las 07.00 horas un 61,18% de los vecinos soportan un nivel de decibelios por encima de los límites que fija la Organización Mundial de la Salud. Durante el día, el porcentaje de la población local que está expuesto a unos índices de contaminación acústica por encima de lo recomendado es del 40,65%.

El Organismo de las Naciones Unidas aconseja no superar los 65 decibelios durante la mayor parte de la jornada, número que baja hasta los 55 al anochecer. Según los datos recogidos por el ministerio a partir de los Mapas Estratégicos de Ruidos elaborados por cada ciudad, Vigo lidera ambas clasificaciones, siendo especialmente amplia la diferencia durante el día. Entre la ciudad olívica y A Coruña, ocupan los puestos de ciudades "más ruidosas" durante el día la comarca catalana de Gironés, Barcelona, Logroño o Castellón. Por la noche, entra en la parte alta de ranking Algeciras que, junto a Castellón, ocupan el segundo y tercer puesto a escasas décimas de Vigo.

Los datos cedidos al ministerio para elaborar este informe, sin embargo, están desactualizados, ya que se corresponden con el último estudio de ruidos de la ciudad, desarrollado en 2011. La actual Concellería de Mobilidade Sostible, con Daniel Díaz Grandío al frente, contrató a finales de 2015 una actualización del mismo, que todavía no se ha finalizado. Fuentes del Gobierno local reprochan al anterior Ejecutivo del Partido Popular que no hubiesen llevado a cabo ningún trabajo de campo nuevo durante sus cuatro años de mandato para estudiar los cambios que había vivido la ciudad en materia acústica, por ejemplo, tras la apertura de nuevas infraestructuras viarias como la tercera ronda o el túnel de la Marina y O Parrote.

Aquel estudio fijaba como principales focos de ruido ambiental el tráfico viario, tanto de calles como de carreteras. Las carreteras más expuestas a los problemas acústicos eran, de acuerdo con el estudio de hace seis años, la avenida de Alfonso Molina, la avenida del Pasaje y del Ejército), una parte de la avenida Finisterre), parte de la avenida de Arteixo), así como las calles Severo Ochoa, Enrique Salgado Torres y San Cristóbal.

Aunque los técnicos aseguran que la principal causa del ruido no ha cambiado y sigue siendo el tráfico viario, en el momento en que se contrató la actualización del estudio se apuntaba a que la puesta en funcionamiento de la tercera ronda pudo minorar el tráfico y, por tanto, el ruido en Alfonso Molina. También estiman que pudo reducir el impacto acústico el traslado de algunas actividades de los muelles del puerto interior al puerto exterior de punta Langosteira, la aparición de nuevas urbanizaciones, el cambio de ubicación de algunas zonas donde los jóvenes hacen botellón y la reducción, por la crisis, del uso del coche privado en favor del transporte colectivo.

Antes de la realización de la actualización del mapa, el Concello disponía de una red de vigilancia acústica a través de siete estaciones de medición de ruidos ubicadas en la avenida Alfonso Molina, la calle Juan Flórez, la plaza del Humor, la plaza de Azcárraga y las zonas del Orzán, Matogrande y Bens, puntos estratégicos en los que se controlan las emisiones de ruido que provienen del tráfico rodado, el tráfico ferroviario y la actividad industrial para conocer de qué manera afectan a la población. Los controles de las estaciones son continuos y se pueden seguir en tiempo real en la página web municipal.

Con estos mapas se consiguen los valores integrados de ruido de todo un año a partir de las variaciones que experimenta; el nivel de ruido de 2015 servirá para actualizar el mapa estratégico y definir a continuación las medidas contra el ruido.