Los centros cívicos suspendieron ayer las actividades del módulo de telegerontología pensadas para mejorar la estimulación física y cognitiva de los mayores de 65 años ya que la empresa que daba las clases ha terminado ya su contrato con el Concello y ninguna otra firma se ha presentado al concurso para optar a continuar con las actividades.

Fuentes municipales aseguran que el contrato se volverá a licitar y esperan adjudicarlo en las próximas semanas y, de este modo, poder retomar con estas clases a las que asisten unos 400 usuarios en siete centros cívicos de la ciudad. La concesionaria, según indicaron fuentes municipales, cumplió su contrato de dos años y, después, otro más de prórroga.

El concejal del PP Miguel Lorenzo denunció que, desde ayer, las personas que se habían apuntado a esta actividad, en la que se hacen ejercicios de cálculo y de memoria, vieron interrumpida su rutina y que los dos monitores que daban las clases se habían quedado sin empleo al no haber conseguido el Gobierno local adjudicar la gestión de este módulo a otra empresa durante el año 2016. Lorenzo se quejó además de que, dada esta situación, los perjudicados no podían apuntarse a otra actividad para paliar la carencia de la de telegerontología, ya que se han cerrado los plazos para las demás cursos impartidos en los centros cívicos. Estas actividades se realizaban en Monelos, O Castrillón, Os Mallos, Os Rosales, Monte Alto, San Diego y Elviña, y los usuarios hacían actividades de memoria con monitores y equipos informáticos que ayudaban a la detección precoz del deterioro cognitivo. El PP asegura que este servicio realizaba un informe individualizado de cada uno de los beneficiarios de las clases para seguir su evolución y derivarlo al médico de atención primaria en caso de detectar anomalías.

El concejal del PP también denunció ayer, en el centro cívico de Monte Alto, que todavía no se haya puesto en marcha el albergue para personas sin hogar que el Concello proyectaba abrir en estas dependencias municipales.