El preacuerdo alcanzado la madrugada del jueves entre Marea Atlántica y PSOE para aprobar el presupuesto del Ayuntamiento se quebró en apenas doce horas y en el último peldaño: cuando tocaba designar a los ediles socialistas que compartirían con los de Marea la responsabilidad de gestionar los proyectos propuestos por el PSOE. La inclusión de Mar Barcón y que los socialistas dieran públicamente por hecho un pacto que no estaba cerrado y con condiciones diferentes a las habladas evidenciaron que "el último fleco" sostenía el pacto completo. El Gobierno local de Marea se encomienda ahora a la cuestión de confianza, que le permitirá aprobar el presupuesto si la oposición no presenta una moción de censura para derrocarle.

La designación de los ediles socialistas en los que el alcalde, Xulio Ferreiro, delegaría la corresponsabilidad en esas actuaciones había quedado pendiente de que el PSOE propusiera los nombres y los consensuara con el Gobierno local. Según ambas formaciones, en ningún momento Marea puso sobre la mesa de negociación rechazo a ediles, pero sus condiciones dejaban implícito su veto a Barcón. "Si la propuesta de nombres que hace el PSOE no es razonable para el actual tiempo político y de consenso entre ambos, ese inmovilismo por su parte provocaría que no se pudiera cerrar el trato", señalaba la madrugada del jueves. Ayer, tras la ruptura, añadía: "Este Gobierno consideraba que quienes recibirían la delegación del alcalde para coimpulsar programas deberían facilitar el pacto y ser las adecuadas para esos proyectos y su aceptación ciudadana".

La incorporación de Barcón pondría al Ejecutivo de Marea en una compleja situación interna ante la certeza de que sus bases, que deberían votar el acuerdo con el PSOE, rechazan a la socialista por su pasado en gobiernos de Francisco Vázquez y en el consejo de administración de Caixa Galicia. Aún así, el PSOE, conocedor de que con Barcón el pacto sería imposible, la propuso para coimpulsar el proyecto del Clúster de la Salud, y puso a Fito Ferreiro, en el de la Ciudad de la Música; a Silvia Longueira, en Distrito Mallos; y a José Manuel García, en Apoyo al Emprendimiento e Investigación.

Ni la Marea ni nadie, sostienen los socialistas, pueden imponerles quién les representa en esta nueva relación con Marea. Es, insisten, su única línea roja en la negociación. Que sean tres o cuatro los concejales socialistas con mando sobre sus proyectos, siempre con la decisión final para Marea, no supondría un obstáculo para el acuerdo, según fuentes de ambas formaciones.

El veto a Mar Barcón, negado públicamente por Marea y denunciado por el futuro presidente de la gestora del PSOE, Florencio Cardador, dinamitó el preacuerdo. Y también que los socialistas anunciaran en rueda de prensa un pacto que no estaba cerrado y con condiciones superiores a las perfiladas. "En principio se ha alcanzado un acuerdo con Marea que se recoge en unos veinte proyectos que suman 14,5 millones de euros, de los que el PSOE asumirá la gestión directa de cuatro actuaciones", anunció el PSOE. Según el Ejecutivo local, el preacuerdo limitaba los proyectos a cuatro con un importe total de entre 1,5 y dos millones, y no habría gestión directa del PSOE, sino "cogestión" bajo la tutela de los ediles de Gobierno, de Marea.

"La confianza creada en la maratoniana jornada" de la víspera, según Marea, la derrumbó el PSOE al "anunciar un acuerdo falso y que no estaba cerrado". "Vimos atónitos su rueda de prensa, lejos de la realidad", manifestaron fuentes del Gobierno local. Los socialistas matizaron posteriormente que los proyectos que Marea había aceptado eran cuatro y por un importe total de 1,5 a dos millones de euros. Según el PSOE, las otras 16 actuaciones y los doce millones necesarios para ejecutarlas dependían de que Marea les encontrara encaje en los presupuestos, bien este año o en los dos siguientes. Pero esa aclaración no hizo cambiar de postura a Marea: "Resulta curioso que ahora el PSOE niegue que mintió".

El alcalde activó ayer el proceso para convocar para la próxima semana un pleno en el que vinculará la aprobación del presupuesto a una moción de confianza. La convocatoria, que prevé formalizar hoy, se acompaña, sin embargo, de una nueva oferta de diálogo siempre que el PSOE rectifique: "Seguimos con la mano tendida para un acuerdo que beneficie a la ciudadanía, pero no vamos a permitir actitudes como la de hoy [por ayer] ni tampoco que los problemas internos de un partido afecten a la gobernanza de la ciudad". Los socialistas replican que están dispuestos "a negociar todo menos que se vete a Mar Barcón o a algún otro concejal".

La edil socialista manifestó hace quince días, tras haber dimitido como secretaria general del PSOE en A Coruña, que no se veía "en este momento" en labores de gestión. Ayer, tras ser propuesta por su grupo para liderar un proyecto, justificó su cambio de opinión: "Una vez que me enteré que era el Clúster de la Salud el que podía realizar me apetecía lanzar esa iniciativa y creo que mi participación podría ser útil". Barcón, que evita responder si se echará a un lado para facilitar el acuerdo del presupuesto con Marea, asegura desconocer su veto: "Quiero creer que no hay ningún veto. Si lo hay me gustaría saberlo y los motivos. Nadie entendería que no hubiera acuerdo por un veto a una persona".