El condicionamiento de Mecanizados Escribano, la empresa madrileña que proyecta entrar en el accionariado de Hércules de Armamento, a recibir apoyo de la Xunta para llevar a cabo esta operación, lleva a los trabajadores de esta última firma a reclamar al Gobierno gallego que respalde esta iniciativa para garantizar el futuro de la fábrica de armas coruñesa. La importante deuda que soporta Hércules de Armamento hizo que Mecanizados Escribano paralizase su decisión de invertir en la compañía si la Xunta no la respalda, aunque sin definir de qué manera.

Pese a que la empresa madrileña asegura no haber mantenido contactos con la Consellería de Economía e Industria, el comité de empresa de Hércules de Armamento critica la "opacidad y el silencio" de este departamento del Gobierno gallego, al que exige de nuevo una reunión ante la falta de respuesta a solicitudes anteriores. El presidente de la representación laboral, Xabier Rioboo, asegura que la consellería está "desaparecida" y que da "la callada por respuesta" cuando Mecanizados Escribano "traería consigo una inversión millonaria", según anunció esa empresa.

Para Rioboo, la entrada de ese capital en Hércules de Armamento "garantizaría la continuidad de la fábrica", así como de los 155 puestos de trabajo con que cuenta en la actualidad. El comité de empresa convocará una asamblea para aprobar la realización de movilizaciones en demanda del pago de las deudas salariales que la empresa mantiene con los trabajadores, así como el mantenimiento de la actividad de la factoría mediante la implicación de todas las administraciones en el problema.

Las dificultades económicas por las que atraviesa Hércules de Armamento generaron una importante deuda con el Ministerio de Defensa, propietario de las instalaciones que ocupa desde 2014, así como con la Seguridad Social y la plantilla. Esta situación es la que bloquea por el momento la entrada en su capital como accionista mayoritario de Mecanizados Escribano, que pide a la Xunta un "gesto" para facilitar esta operación y establece la próxima Semana Santa como la fecha límite para concretar si finalmente materializará esta actuación, clave para el destino de la factoría de Pedralonga.